Detención de nos

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Colegio de San José, una escuela muy religiosa y severamente estricta, para muchos padres un gran lugar para educar a sus hijos, para la mayoría de los adolescentes una pesadilla.

Sobre todo cuando te gusta expresarte libremente como Cris, un chico que prácticamente era todo lo contrario a lo que el código de vestimenta dictaba y es por eso que en su primer día de clases acabo llendo a detención.

De igual manera no le importaba mucho ya que ninguno de sus compañeros notó su ausencia durante el transcurso del día.

— Oye ¿Por qué estás aquí? — pregunto un chico peli naranja que estaba sentado al lado suyo en la sala de detención.

—...B-bueno, creo que eso es muy obvio — dijo casi en un susurro señalando todo su atuendo — y tú ¿Qué haces aquí? ¿Acaso mataste a alguna maestra? — bromeo un poco

El chico se quedo callado unos segundos lo cual hizo dudar a Cris.

— ¡Oh por Dios! ¡¿Encerio hiciste eso?!

— No aunque hubiese sido divertido hacerlo, estoy aquí porque me pelié a golpes en clase con un chico bastante odioso, Benito, y si que le metí una buena golpiza que dudo que venga en un par de días — dijo bastante orgulloso de lo que había hecho — por cierto, me llamo Paul ¿Y tú?

— S-soy Cris, un gusto

— Que conmovedora historia pero, ¡ya cierren el pico! — Grito un chico rubio que está sentado unas mesas atrás

— Cállate Miguel que está bueno el chisme — le respondió una chica castaña que estaba al fondo de la sala

— ¡No te metas Rosario!

— ¡Ya cállense todos que no me dejan dormir!

— Calma Vladimir, además para dormir está tu casa no la escuela  — le contesto un chico pelinegro

— No te metas Damián, además, ¿Qué hace el "chico correcto" en detención?

Damián hizo una mueca de disgusto pues odiaba mucho ese apodo de los profesores.

— Llegué tarde a clases

— No me sorprende, después de todo el barrio en el que vives es muy tercermundista — dijo Paul metiéndose en la conversación recordando aquella vez que fue a la casa del pelinegro y casi muere en el camino.

— No es para tanto, solo tenias que caminar por el lado soleado de la calle para evitar al puton del barrio y al loco de la motosierra -cerró los ojos restándole importancia.

— ¡Silencio muchachos! Que estén aquí no significa que no tengan nada que hacer, hagan sus trabajos y el que vuelva a hablar lo mandó al salón 9-2 para que el director Hermes les haga su reporte - Grito el profesor Hernández dejando de leer su revista mirando a los chicos con enfado.

— Lo sentimos profesor Hernández - susurro por lo bajo Cris volviendo a dibujar iguanas en su libreta en vez de hacer el trabajo que tenía que hacer.

El tiempo pasaba lento y rápido al mismo tiempo y tanto Paul como Cris no paraban de hablar sobre sus intereses y anécdotas como la vez que Paul monto un caballo al revés o la vez que Cris se colo en un concierto y logró subirse al escenario.

Y así concluyo su primer día de clases para Cris, con un nuevo amigo algo raro pero no le importó mucho ya que el también era raro y entre raros se entienden.

CONTINÚARA...?