"La carne de cañón para discapacitados tiene sueños"

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Las palabras de Song Xi no carecieron de fundamento, porque He Jie estaba demasiado tranquila ante la muerte de su padre.

　Li Shumei lo miró fijamente sin decir una palabra, sin negar ni admitir.

　Ella siempre sería parcial con su hija favorita.

　Song Xi no estaba interesado en llegar al fondo del asunto, así que silenciosamente sacó su teléfono celular y llamó a la policía. Wu Bei se paró a su lado y siguió grabando en su teléfono celular.

　Él no es un juez, si está bien o mal debe ser juzgado por profesionales.

　La llamada se conectó. Después de recibir la noticia, la otra parte expresó su sorpresa. Después de repetidas confirmaciones, se le pidió a Song Xi que estabilizara la escena mientras garantizaba su propia seguridad. La policía estaba en camino.

　Li Shumei no esperaba que él realmente llamara a la policía y fuera tan decidido y despiadado. Miró a su hijo con incredulidad, con un rastro de resentimiento en sus ojos, y su voz era aguda y dura: "¡He Kang! Yo ¡Soy tu madre! ¿Tienes conciencia?..."

　Song Xi no discutió. Lo que sea que siembres, cosecharás las consecuencias. No importa lo que hagas, si tienes el coraje para hacerlo, debes tener la confianza. para reconocerlo.

　Las emociones de Li Shumei que había estado acumulando todo el día se hicieron añicos de repente. Miró al hijo inhumano y de sangre fría frente a ella, y todo su cuerpo alcanzó un punto de congelación. Lo señaló y comenzó a gritar, maldecir y maldecir, mientras si pudiera usar esto para drenar sus sentimientos internos de miedo.

　A Song Xi no le importaba. Wu Bei junto a él realmente no podía escuchar más. Su capacidad para maldecir era limitada. Al escuchar estas palabras difíciles por un tiempo, no supo cómo refutarlas. Después de retenerlas por un largo tiempo. Al mismo tiempo, simplemente extendió la mano y cubrió los oídos de Song Xi. Los oídos que no escuchan están quietos.

　Song Xi silenciosamente dejó que el hombre se tapara los oídos, aunque fue de poca utilidad.

　Li Shumei comenzó a llorar cuando se cansó de regañar, aullar con mocos y lágrimas, "No quería matarlo, realmente no quería matarlo, no sé por qué..." Li Shumei Comenzó a culpar a Song Xi nuevamente

　. Si no fuera por Song Xi, este asunto simplemente se habría revelado, diciendo que no era muy limpio en todo, ni muy limpio y filial.

　"Mamá, ¿crees que la policía no lo habría descubierto si no fuera yo?" Song Xi tiró suavemente de la mano de Wu Bei y dijo palabra por palabra: "Puedes esconderlo por un día, pero no puedes esconderlo". para toda la vida."

　Este asunto ha alertado a la policía y ha atraído su atención. El disfraz de Li Shumei es muy pobre y su estado de ánimo puede desmoronarse fácilmente. Mientras alguien intente engañarla, el defecto será revelado. Tal vez la policía la deje ir hoy porque perdió a su marido y está emocionalmente inestable. Ella, pero ¿y mañana?

　Si no se pueden encontrar las pruebas más directas, cualquiera será objeto de sospechas policiales. Las personas con malas intenciones no pueden ser herméticas. Es sólo cuestión de tiempo.

　Li Shumei se quedó sin palabras y se dejó caer en una silla, esperando desesperadamente el juicio final.

　A medida que la noche se hacía más oscura, la policía se apresuró a llegar. El líder seguía siendo el mismo durante el día. Su cabello estaba desordenado y los círculos oscuros bajo sus ojos eran aterradores. Sin decir una palabra, esposaron a Li Shumei.