PRÓLOGO

10 0 0
                                    

-Ariana, me va a dar un ataque de ansiedad si no entras YA - Me susurró por 456 vez en lo que iba de minuto mi hermana al oído.

-Que te calles, pesada. Necesito mi tiempo - Le solté. Ya no me quedaban uñas por morder, mis piernas se movían arriba y abajo, y los minutos pasaban. Estaba sentada en mi escritorio, con mi portátil enfrente. Me acababa de llegar "el correo" (bueno, hacía 17 minutos exactamente) y no era capaz de leerlo.

-Ni tiempo ni leches - Me espetó Alba, y, sin que me diera tiempo a reaccionar, se hizo con mi mackbook y salió corriendo hacia el salón.

-Joder con la niña esta - Susurré y salí corriendo detrás de ella. La encontré sentada en el sofá concentradísima en leer algo. ¿No es muy difícil de adivinar qué leía, verdad? Estaba leyendo "el correo". Bueno, más bien MI correo.

- Alba, dame mi portátil - Le exigí. Claramente, me ignoró y siguió leyendo. Me acerqué más a ella para que recordara mi existencia, y, de repente, se levantó de un salto, olvidándose de que tenía mi portátil encima de ella, y empezó a saltar y chillar. Conseguí coger mi portátil antes de que cayera al suelo, y en cuanto comprobé que no le había pasado nada, empecé a escuchar la frase que mi hermana estaba gritando por el pasillo.

-¡LA PESADA SE VA A BARCELOONAA! - Repetía Alba. Alguien pesado se iba a Barcelona, eso me quedó bastante claro, ahora lo que tenía que averiguar era quién era...

Tú te vas a Barcelona, ¿recuerdas?

¿Qué? No me dio tiempo a procesarlo porque, de repente, Alba se arrodilló literalmente a mis pies y me rogó:

-Lee el correo por favor, porfavor, porfa... - La corté.

- Cállate ya, porfavor, un poco de tranquilidad - Le pedí yo, sentándome en el sofá.

- Bueno hija, que solo me alegro por ti - Dijo, mintiendo: se alegraba porque si lo que estaba diciendo era real, yo me iría a vivir a Barcelona y ella podría apropiarse de mi cuarto.

Empecé a leer el correo. Era algo como así:

Estimada señorita López García, gracias por enviarnos su solicitud de blablabla... y le agradecemos que esté interesada en blablabla... y felicidades por blablabla... y, le informamos desde los altos directivos del Fútbol Club Barcelona, que usted está oficialmente aceptada para trabajar con nosotros. Confirmenos que ha leído este correo enviándonos otro y le enviaremos blablabla...

Dejé de leer. Me quedé totalmente en shock. Si de verdad en el colegio me habían enseñado a leer y todo lo que ponía en ese correo era real, era probable que en menos de tres semanas estuviera pisando Barcelona y comenzando mi vida de adulta no responsable allí. ¿Cómo debía tomarme eso?

Una canaria por Barcelona Donde viven las historias. Descúbrelo ahora