Prólogo

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¿Cuánto tiempo habría estado allí...? ¿Cuándo fue la última vez que alguien se había tomado la molestia en ir a verla...? ¿Todo el tiempo que podría pasar ahí sería el mismo con la misma rutina y mismos pensamientos...?

Hacia un tiempo que se sentía sola, quizás más de lo usual, las pesadillas convertidas en pensamientos que iban de un lado a otro en su cabeza, hacían que todo el tiempo estuviera ansiosa o en otras ocasiones violenta y triste, además de torturarla; internamente ya se había cansado de pedir ayuda o tan siquiera que la sacarán de esa habitación que más bien era su celda de paredes traslucidas decorativas de un tono rosado preferido por ella misma; se sentía acabada, harta de si misma, del lugar en donde estaba, de no poder ser libre, pero aún así quería seguir siendo el centro de atención; sabía perfectamente que ya nadie quería tener contacto con ella, nadie preguntaba tan siquiera si estaba bien y mucho menos las personas a su alrededor la adoraban e idolatraban como antiguamente solían hacerlo, aunque sabía perfectamente que no era un sentimiento que todos tuviesen voluntariamente, sin embargo últimamente parecía que aún con todo lo que pasaba por su mente y esa pequeña ansiedad aguardando ese deseo de salir, había conseguido que alguien pudiera acercarse más a ella y formar un vínculo, alguien que sabía cómo tranquilizarla, que la comprendía en ciertos aspectos y sobre todo, que estaba para ella, él era diferente, o al menos eso veía ella en su percepción de las cosas, realmente su visión de la realidad tal vez había sido alterada por ella misma solo para no aceptar su dura realidad.
Él la visitaba cada cierto tiempo, no lo suficiente para que fuera algo recurrente, pero si en ocasiones que ya marcaban una rutina en la vida de ambos; pasar tiempo junto a él le hacía recordar todo el tiempo de su vida antes de su poder, y fama, además de su vida tan monótona que ahora estaba viviendo en carne propia; esos bellos momentos, siendo solo dos adolescentes normales, raros, felicidades de estar uno con el otro; en el fondo quería disculparse sinceramente por lo que había hecho en el pasado, y quería enmendar las cosas, pero su propio egocentrismo no se lo permitía, para él eso no lo molestaba, pero tampoco era algo que necesitara, después de todo, siempre trato de entender el porque ella era de esa forma siempre que estaban a solas, sin ojos de los demás a su alrededor; y a pesar de todo eso, ella lo quería profundamente, aunque no podía comprender el sentimiento, nunca entendió el amor, su significado podría tomarlo por muy a la ligera, no sabía que era sentirse amada, mucho menos el de como amar a alguien más; de todas formas, pensaba que quizás él podría tener un sentimiento igual o cercano al de ella, aunque si eso fuera así, muy difícilmente podría ser eso tan siquiera una buena decisión para ambas partes, ya que eso podría acabar muy rápido.

Don't ever disappearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora