candy hell 𖤐 jeongbin os

citrus girl

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⌗┆candy hell ⊹ ୨

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Changbin se aburría demasiado, eso era lo usual. Era su primer año en la universidad y ya no le quedaba tiempo para salir a divertirse pues debía estudiar. No quería que su promedio perfecto se arruinase tan pronto, al menos. Este año no había podido aceptar ninguna invitación a ninguna fiesta de halloween, lo cual era lamentable.

Casi todos sus amigos saldrían esa noche, y no es que tuviera demasiados, mucho menos que las fiestas universitarias se parecieran en lo más mínimo a las de las películas americanas: claro que las fiestas no eran tan grandes ni tan locas. En aquellas en las que había estado, la gente era muy tranquila. Quizás algunos bebían y fumaban, pero la música jamás estaba a todo volumen y a casi nadie le gustaba bailar. Veían películas, comían botana y jugaban juegos de mesa, y no era usual ver gente desconocida en estas reuniones. Generalmente, eran Minho, Hyunjin y él con algunos compañeros agradables de sus respectivas carreras. Nada más.

Pero ya no tenía ni tiempo para eso, entonces sus amigos se habían alejado bastante. Ya no pasaban tanto tiempo juntos, y se habían hecho sus propios planes para esta ocasión, sin considerar invitarlo porque al fin y al cabo siempre estaba ocupado.

Tampoco tenía un disfraz para la ocasión, así que estaba bien. No le molestaba, pero estaba muy aburrido.

Se pidió unas cuantas cervezas por alguna aplicación de comida y esas mierdas, y puso una película en el televisor de su pequeño departamento de estudiante. Tenía suerte al vivir solo siendo tan joven: sus padres lo habían apoyado para poder irse a la ciudad para estar cerca de la facultad. Eso era conveniente: disfrutaba del silencio, de tener su propio espacio también.

Dejó que la película se siguiera reproduciendo mientras preparaba algo para comer en la cocina, y entonces pensó que quizás podía divertirse esa noche. Siendo sinceros, el plan de ver metrajes de terror toda la noche no era su opción favorita. Incluso si tenía apenas una noche libre entre meses de trabajos y proyectos, lo primero que se le vino a la cabeza fue salir a buscar a alguien para tener una noche apasionada.

Volviendo a la honestidad, llevaba demasiado tiempo en abstinencia. Ya no lo soportaba más, pero tampoco tenía ganas de salir. Pensó en conformarse con una paja, pero no era tan mediocre a estas alturas de la vida.

Su plan B entonces fue descargar una aplicación para conocer personas. No era especialmente una app para ligar, sino una especie de red social en la que las publicaciones de todos aparecían en el feed de quien la tuviera. Algo muy underground que también te unía a personas que vivieran cerca y todo eso.

Completó su perfil bastante rápido, publicando una primera foto de su rostro para probar suerte. La aplicación, de hecho, no dejaba que pusiera una foto de su cara como foto de perfil. Se manejaba con avatares, pero había personas que te exigían poner tu rostro en el banner de tu cuenta o no responderían. Así lo hizo entonces, eligiendo una buena fotografía en la que sus músculos se lucían y su rostro se veía más guapo. Pensó que esto ayudaría a atraer más personas, y no se equivocaba: a los pocos minutos, su perfil ya había sido visitado más de cien veces.

Comenzó a explorar las funciones de la aplicación, bajando en el feed de la página principal para descubrir personas y publicaciones recientes. Mucha gente estaba de fiesta, y mostraban sus disfraces o decoraciones. Eso era agradable: la gente parecía ser amable.