Micro Cuento 300 palabras

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El tema abordado es: Salud Mental

En ocasiones, todas las personas escuchan voces, ¿No?

O eso pensaba Carolina, en realidad ella las escuchaba todo el tiempo, y no eran nada amables, de hecho constantemente la atormentaban; "tonta, se van a reír de tí, nunca haces nada bien" eran algunas de las cosas palabras menos hirientes que llegaron a decir. De todas formas Carolina estaba acostumbrada, convivía con ellas de alguna forma.

Un día que volvía del liceo a su casa chocó con alguien por estar mirando el suelo.
-Auch, qué idiota. - Pensó en voz alta.
-Disculpa, ¿Qué dijiste? - Respondió una voz extraña.
Carolina miró hacia arriba y vió una mano tendida.
-Lo siento, no te decía a ti... - Dijo avergonzada.
-Ah bueno, ¿Pero a quién entonces? - Cuestionó esa persona.
Antes de responder, se quedó pensando un momento.
-Supongo que a mí... - Por el tono que usó, no estaba segura de lo que decía.
-Vale pero no es para tanto, además ya te levantaste, más bien, lo siento por chocarte - Esas amables palabras fueron las últimas que intercambiaron hasta que esa persona continuó su camino y desapareció.

[...]

Esa tarde al llegar a casa, Carolina no pudo dejar de pensar en lo que había pasado, nunca antes había "pensado en voz alta", era una persona bastante callada. Se miró en el espejo de su baño un momento, de pronto sintió cómo su pecho se apretaba, y antes de darse cuenta, las lágrimas caían de sus mejillas.

-¿Entonces siempre fui yo quien decía todas esas cosas tan crueles?... - Habló en voz alta pese a estar sola. Era un momento agridulce, siempre sintió que "las voces" eran ajenas a ella, pero ahora se daba cuenta de que no era tan así.
-Perdón por ser tan mala contigo... - Susurró sollozando y finalmente se abrazó.

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⏰ Última actualización: Oct 14, 2023 ⏰

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