Cuando No Queda Nada que Perder -HIATUS-

Capítulo 9: El camino hacia la victoria

Descargo de responsabilidad: no tengo ningún personaje, objeto o cualquier otra cosa que provenga de J.K. Rowling's Harry Potter serie.

Advertencia: esta historia contendrá escenas de violencia, mal lenguaje y quizás otros temas

que algunas audiencias pueden encontrar inadecuadas. Te han aconsejado.

Cuando no te queda nada que perder

Capítulo 9:

"Ve, ve, ve!" Un hombre gritó mientras explosiones y hechizos de varios colores corrían de un lado a otro desde ambos lados. Estaba llevando a otras tropas al caos después de aparecer en el edificio.

Desde el otro extremo de la calle, un soldado que llevaba el uniforme del enemigo de estas nuevas tropas corrió hacia su comandante que se encogía debajo de una ventana destrozada dentro del cadáver de un edificio. "Señor! ¡Necesitamos refuerzos! Nosotros ca-" El auror había sido cortado por una de las muchas maldiciones asesinas que volaban de los Death Eaters que se aproximaban.

"Tenemos estos imbéciles ahora." Un oficial de Mortífagos sonrió.

De repente, una explosión masiva abarcó todo un edificio cercano antes de que surgieran más Mortífagos y comenzara a eliminar a todos los soldados en la calle. El Lobo Sombra lideró esta carga. Sin embargo, a diferencia de sus oponentes, el Ejército de las Sombras continuó desapareciendo en nubes de humo antes de aparecer en otra posición más ventajosa para derribar a sus enemigos.

El Lobo de las Sombras dirigió a la mitad de sus tropas directamente a los Mortífagos que habían intentado asaltar el lugar. Se abrió camino despiadadamente, derribando a cualquier oponente en su camino sin detenerse nunca en su avance.

"Tenemos que salir de aquí!" El hombre, que previamente obligó a sus camaradas a salir a la carnicería, gritó.

"Señor! ¡El floo está bloqueado! No podemos salir!" Detrás del guardia del Mortífago convertido en soldado, la mitad inferior del cuerpo de un hombre se desplomó contra el suelo en un desastre sangriento. El Ejército de las Sombras terminó su operación justo cuando un hombre intentó teletransportarse.

El techo se derrumbó en el edificio que albergaba a estas tropas, matando todo el interior justo en frente del oficial que acababa de llevar a sus hombres al lugar con la promesa fallida de escapar.

Dándose la vuelta de los deprimentes restos para inspeccionar el avance del Ejército de las Sombras, el oficial encontró una mano envuelta alrededor de su cuello antes de ser sujetada contra los escombros detrás de él.

"Realmente pensaste que podrías tener éxito en tomar Diagon Alley cuando tenía la vista puesta en este lugar?" Harry escupió veneno detrás de su máscara. "Tú mierda traidora, este no es tu dominio. No eres más que guardias obligados a ser soldados por tus políticos pomposos llamados líderes. Qué desperdicio de vida. Es lamentable que tu error te cueste la vida." Harry rompió el cuello del hombre y lo arrojó a un lado.

"Señor, acabamos de terminar con el resto de los aurores y traidores. Además de Gringotts, Diagon Alley es nuestro." James informó a su comandante. "Cuáles son sus pedidos?"

"Cualquier civil en la zona?" Preguntó harry.

"Negativo, comandante. Fueron asesinados en la escaramuza antes de llegar o lograron huir de la batalla."

El Lobo Sombra asintió con la cabeza. "Bueno. Rastrea a dónde iban estos floos lo más lejos que puedas. Intenta ver si podemos descubrir dónde se esconden los traidores. Mientras tanto, coloque la cantidad necesaria de tropas para proteger el Callejón. Debemos mantenernos aquí por el resto de la guerra. Use el resto de las tropas para comenzar a agruparse en los escalones que conducen a Gringotts."