prólogo - temor a la noche II

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Después de haberles encomendado las cosas a los oficiales de policía, Jeno dejó la escena. Se despidió de Yeeun, apagó el audífono y el micrófono y se estiró perezosamente.

Había salido en misiones de cacería casi a diario en las últimas semanas, el trabajo ya estaba agotándolo; algo bueno de la misión de esta noche era que el objetivo no había sido muy experimentado, de lo contrario no habría terminado todo tan fácilmente.

Pensó detenerse en un bar para relajarse, pero reconsiderándolo, tenía clases a primera hora mañana. Revisó su reloj ya eran las dos. Los autobuses no estaban funcionando sí, no vale la pena. Lo mejor sería llamar a un taxi y terminar la noche.

Había comenzado a caminar cuando de repente una cabeza apareció frente a él de la nada. Por reflejo se hizo hacia atrás, alguien se había colgado de cabeza en una escalera de emergencia de un edificio cercano, el rostro sonriente desapareció un momento y antes de poder analizarlo el chico delgado estaba parado en el suelo el mismo chico que había conocido en el club nocturno hacía un rato, se recostó sobre la escalera y miró a Jeno como un gato travieso.

-Dijiste que me compensarías luego.

A Jeno se le había olvidado por completo, suspiró.

-Seguro, puedes comprar una a mi nombre pero no en ese lugar.

-Es un poco tarde para ir a beber, ¿no crees?

- ¿Qué, tienes hambre?

Jeno miró al chico y se quedó inmóvil, el chico sonrió coquetamente un par de afilados colmillos salían de sus labios. Jeno movió su mano para alcanzar su arma pero el chico ya había desaparecido dejando el eco de sus pasos corriendo por las escaleras metálicas oxidadas, con el arma en mano Jeno saltó a las escaleras y salió corriendo detrás de él.

El tejado del viejo edificio tenía sólo unas pocas plantas de altura era un desperdicio de espacio. No parecía que nadie viviera en el lugar tenía lazos para colgar ropa, antenas oxidadas y pedazos de ladrillo desperdigados. El tejado estaba únicamente iluminado por la luz de los edificios distantes y la luna; con el arma lista buscó por el lugar, estaba tan silencioso como un cementerio no había ningún tipo de aura.

El chico era un vampiro y Jeno no podía olfatearlo a pesar de haber estado tan cerca debía ser un increíble ejemplar. Definitivamente no era uno de rango inferior, ni ningún sirviente, estaba más arriba en la cadena alimenticia, Jeno nunca se había encontrado con uno así. El tejado era parte de un penthouse dilapidado; Jeno escuchó un ligero sonido y se pegó contra la pared caminó con sumo cuidado, con el arma preparada giró en una esquina y un pequeño animal huyó.

-Vaya, tan sólo era un pequeño gatito.

Jeno se dio la vuelta y el chico estaba parado justo detrás de él, sus ojos estaban enfocados directamente a los suyos, sólo con parpadear lanzaron una especie de tela de araña, el cazador fue incapaz de moverse. El chico entrecerró sus magnéticos ojos y sonrió lánguidamente. La luz de la luna se reflejaba sobre sus enormes pupilas negras, mirarle directamente era como estar al borde de un abismo.

Acarició la mejilla del paralizado Jeno, con un largo, delgado y elegante dedo; sus uñas eran de un tono tornasol, rosa ligero, como una gota de sangre diluida en un vaso de leche.

-Bajaste la guardia, -murmuró al oído de Jeno.

Sus labios rozaron los del joven, enviando una sensación turbulenta a través de su cuerpo, el chico tomó el arma de la paralizada mano de Jeno.

-Mira esto ahora son totalmente automáticas, qué conveniente solían ser revólveres y balas hechas a mano.

-Es porque... se han... estado... reproduciendo... como conejos... últimamente. - Jeno dijo esas palabras con mucho esfuerzo y con el mayor sarcasmo que pudo.

i want to bite | nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora