fine.

928 52 9
                                    

Sophie llego a casa luego de pasar toda la tarde junto a Bill, había sido una tarde realmente mágica, tan mágica que le hizo olvidar ese infierno que era su hogar.

Cuando los chicos no asisten a clase la escuela suele llamar a sus padres para saber el porque de su inasistencia, Sophie había olvidado esto por completo... hasta que entro a casa.
Entro sigilosamente sin hacer mucho ruido esperando que su padre no notara que había llegado.
La escuela había llamado a casa diciendo que había escapado con un chico y no había llegado a las últimas clases, esto enfureció tanto a su padre.

"Escuché un fuerte golpe contra la pared y el sonido del interruptor, entre cerré los ojos y volteé a ver, era papá, con una expresión muy molesta, ni siquiera quería moverme, sentía que si movía un dedo me atacaría como un tigre ataca a su presa."

P: ¡¿y tu donde Mierda estabas?!

S: y-yo lo siento papá ustedes nunca están entonces creí que no habría problema-

"Fue la excusa más estupida que pude haber dado alguna vez, definitivamente me merecía ese golpe, pero no los que le siguieron, ni los que le siguieron..."

Su padre le pego una cachetada en el rostro, una bastante fuerte que la hizo quedar un buen rato inclinada por el dolor con una mano en la mejilla.

"Mamá solo veía a lo lejos sin hacer nada al respecto, sin decir palabra, pero a la vez sin quitarnos los ojos de encima, me molestaba tanto pero en parte entendía porque ella jamás hacía nada... ella le tenía tanto miedo."

P: entonces porq nosotros no estamos crees tener derecho a escaparte de la puta escuela, Dios mío Sophie ¡¿cuando será el maldito día que dejes de ser una carga para nosotros?!

se quito el cinturón y con la hebilla empezó a golpearla sin piedad alguna, ella sabía que no podía hacer nada, ni ella ni nadie, mucho menos Bill, el podía protegerla en la escuela pero en su hogar nadie podía cuidarla.
Las lágrimas caían y lloraba en silencio mientras su papá la golpeaba repetidas veces.

S: y-yo lo siento papá... ¡l-lo siento!

Gritaba esperando que parara o sintiera lástima por ella.

P: ¡dejare de golpearte hasta que realmente lo sientas!

"el estaba loco... realmente loco, siempre sentí que el algún día me golpearía tanto que no despertaría, lastimosamente ese día no fue hoy. En esos instantes quería desaparecer y dejar de sentir tanto dolor. Estoy cansada, me sentí tan feliz y de repente tan humillada siendo golpeada con un cinturón"

 Estoy cansada, me sentí tan feliz y de repente tan humillada siendo golpeada con un cinturón"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Mientras tanto en casa de los Kaulitz

ya había caído la noche cuando Bill llego a casa, como habían llamado de la escuela Tom sabía que Bill había faltado a clases hoy y supo manejar muy bien la situación al teléfono para que Bill no tuviera problemas y su madre jamás se enterara de que había faltado.

Rette MichDonde viven las historias. Descúbrelo ahora