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No se como paso, pero mi mundo se volvió loco con tu sonrisa.


Jennie despertó después de unas horas, la pelinegra continuaba abrazandola en la misma posición en la que durmió   fue irresistible no darse la vuelta para ver el rostro de lisa, llevo su mano para dibujarle una línea invisible en la mandíbula.

— ¿Quieres que tu padre escuche como te tomó aquí mismo? — Se sonroja al pensar que lisa podría hacerla suya sin importarle que todo el mundo la escuche.

— ¿Por que estas aquí? — le pregunta la menor después de unos segundos de silencio.

— Robert intentaba llevarte con el y si lo intenta nuevamente regresarás a la mansión — responde sin ningúna intención de ocultar sus intenciones — mis guardias lo golpearon intencionalmente en el ojo — Agrega por que sabe que jennie armará un escándalo cuando lo vea.

— ¿Intencionalmente? — Se aleja y baja de la cama para encender la luz — ¿Golpeaste a mi padre? — pregunta enojada — no puedes hacer lo que quieras — quiere huir de la habitación.

Antes de que pueda hacerlo lisa la atrapa para llevarla a la cama. Sube arriba de la castaña para evitar que pueda escapar y le sujetas las manos para inmovilizarla por completo.

— No sucederá de nuevo si comprendes que no te dejaré ir a ningún lado — eso enfurece más a la menor.

— No eres mi dueña — reclama haciendo un puchero y lisa piensa que ya la a molestado lo suficiente.

— No, pero no quiero dejarte ir tan fácilmente — La castaña se ruboriza por que no esperaba esa respuesta — ¿Quieres venir a la mansión? — esta preguntando pero sin importarle la respuesta la llevará con ella.

Jennie se detuvo un momento en esos labios carnosos antes de asentir, la mayor pensó que eso le ahorro un gran escándalo así que camino al armario de Jennie para seleccionar algo de ropa para que la Morena se cambien. Jennie la tomó y la arrojó hacia cualquier lugar de la habitación para buscar por ella misma lo que quería utilizar. Lisa al ver esa acción busca nuevamente la ropa y se la entrega en las manos pero la menor la volvió a arojar al piso.

— No pienso usar eso — Asegura haciendo que lisa suspire por lo terca que es — Esto si — Selecciona una blusa negra y unos shorts muy cortos.

— Y yo no te dejaré usar eso — Frunce el ceño — Esta muy corto — era cierto pero a Jennie no le importa.

Se vistió aunque a lisa no le gustó la ropa. Estaba soportando muchos ese malhumor pero no planeaba dejar que la trate como una más de sus empleados, a los que ordena sin parar.

Cuando está lista salió de la habitación con la mayor detrás de ella. Robert las vio así que lisa sujeto posesivamente la cintura de Jennie.

—  Hija ¿Estas bien? — pregunto apesar de ver que aquella se encontraba bien.

— Si, lisa me invitó a su casa. Regresaré en la tarde — Robert esta dispuesto a mostrar su disgusto cuando suena el timbre alertando a todos.

Lisa le señala la puerta al hombre que tanto asco le da y el se acerca a abrir. Un peligroso guapo y le sonríe a la castaña. Jennie le sonríe del mismo modo por que se trata del hombre con el que se había Estado enredando el último tiempo y que incluso llegó s presentarle a su padre.

— Jennie — Dice el hombre emocionado sin prestar atención a los demás — viene a llevarte a cenar — Lisa aprieta más fuerte su agarre en la cintura de la menor.

— Hoy estoy ocupada pero podríamos salir mañana — sugiere ya que no quiere perder a ese joven tan hermoso por un rato de sexo con una persona que la trata mal.

Solo Tuya | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora