I.

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Mi alma pide a mi carne el divorcio,
mi mente suplica un nuevo labrador,
mis ojos quieren descansar del oficio,
mi olfato buscar una nueva olor.

Año tras año la misma sensación.
A uno solo le queda acabar con el dolor.

Hasta los pájaros quemaron sus gargantas al no tener una canción,
y sus alas destrozaron al no sentir amor.

Poesía nocturnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora