¿Le digo o no le digo? Le digo.

85 4 0
                                    

Es un sentimiento extraño. Me siento tan confundida, es como cuando quieres algo que no puedes, ni podrás tener. Es algo como prohibido. Un prohibido que quiero tener, un prohibido que quiero que sea mío. No hay nada más tranquilizante que escuchar su tranquila y melodiosa voz. Su encantadora risa. Es como si hubiese sido ese "Llegara" que siempre había esperado. A demás de prohibido es, eh... Bueno, él no sabe lo que siento hacia él y nunca lo sabrá. Este secreto se queda conmigo hasta el final de esta historia. ¿Qué pasara cuando lo sepa? No sé, ni nunca lo sabré. No quiero ser rechazada de nuevo. Somos dos torbellinos que si se unen se llevan todo a su paso. En conclusión, no puede pasar y preferiría ser su amiga una eternidad a que se entere de esto. Es raro porque no sé si es gustar o que sea. Solo sé que siento algo grande y creo que él me corresponde, algo me dice que él siente lo mismo, pero ambos debemos descifrar.

Pero de repente todo dio un cambio totalmente radical, fue sorprendente porque no quería decirlo, no quería tocar el tema al respecto, hasta que una noche me arriesgue y le envié un WhatsApp;

-Hola. Sé que no es el mejor momento para decirte esto, pero ahora es que me lleno de valor para hacerlo pero como dice mi amiga Katherine; "No hay momento perfecto, haz tu momento perfecto", vengo a decirte que me gustas, sé que soy una estúpida porque tú me estas ofreciendo tu amistad y yo me estoy aprovechando. Me gustas tú, como eres. No lo que tratas de ser. No tengo más nada que decir, dormiré, y cualquier cosa habla con mi amiga Kat.

Luego, mi mejor amiga Kat hablo con él, y él le dijo que le gustaba y ya hace mucho tiempo. Me sentí plenamente viva. Poco después de eso, quedamos en encontrarnos y:

Esa tarde... En el centro comercial, ahí esperándolo, esperando por verlo, por abrazarlo. En ese momento en el que lo vi a lo lejos, mirándome, pude sentir como su mirada y la mía se encontraban, me miraba bonito... En el auto a su lado estaba nerviosa, fría, un poco pálida, no creía que por fin tenia a mi lado a esa persona la cual es la perfección para mi, esa persona que ha tocado mi alma y mi corazón sin tan sólo poner un dedo en mi. Pasar todo ese tiempo a su lado, fue sin duda alguna mi mayor felicidad. Nunca olvidaré ese momento en ese auto en el que me dijo "Mírame" 

-Mírame Alexandra Cecilia-Dijo poniendo una mano en mi mejilla. 

-No puedo-Dije nerviosa, pues tenía su mirada fija en mi. 

-Si no me miras, no te dejaré tranquila-Dijo poniendo su mano en mi otra mejilla. 

-Déjame, en serio...-Dije totalmente ruborizada. 

-¿Por qué te sonrojas?-Dijo mientras se reía. 

Me tomo por la parte trasera del cabello deslizando sus dedos sobre mi cabello, acercándome lentamente a él, tan cerca de él que podía escuchar su respiración, mi corazón sobresaltado, mis mejillas ardiendo, mis entrañas gruñendo, mientras me muerdo los labios. Lo sigo mirando a los ojos, juro que nunca había aguantado mirando a alguien como a él, en sus ojos vi confianza, deseo, ardía, en serio que ardía. Esos pequeños ojos, los podía ver entre la oscuridad, buscando mis ojos, juro que vi como sus ojos brillaban. Ahí tan cerca de mi que moría por tocar sus labios, moría por besarle. 

 Caminando en la tranquila noche, abrazados, tomados de la mano, les puedo asegurar que me sentí la chica más feliz del mundo, en sus brazos me sentía protegida, tranquila, serena, los abrazos más protectores que pude sentir nunca. Jugar como dos niños, reírnos, mirarnos como locos. Y cuando pensé que no podía ser más perfecto ¡BUM! Me robo un beso... No supe que hacer así que solo me quede quieta... Y retrocedí... Pero en realidad quería besarle, saltarle encima y gritarle cuánto lo quería, pero solo seguimos caminando como si nada hubiese pasado... Y ¡BUM DE NUEVO! Me tomo por las mejillas, mirándome en la oscuridad, fijando sus ojos con los míos, su nariz con mi nariz, luego sus delicados labios pegado a los míos, su lengua suave y fría con la mía, sus manos fuertes en mi cabello, y yo no sabia que con un beso se podría parar el tiempo y así fue con el, no quería que ese momento se acabará y pues si se acabo, fin.

<>

Somos dos torbellinos que si se unen se llevan todo a su paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora