•Capítulo único•

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"Por favor ven y hazme saber, qué se siente ser amado".

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«No, no te gusta».

Lee Dongmin; un chico que a sus veinte años nunca se había permitido rozar siquiera algo que tuviese que ver con el sentimentalismo o la atracción porque lo consideraba irrelevante. Un sentimiento que creyó inexistente e incluso había perdido la cuenta de la cantidad de veces que se repitió lo mismo.

Al menos no porque fuera un chico el que hacía su corazón latir con tanta rapidez. Definitivamente no. Estaba seguro de eso, porque nunca tuvo problemas para aceptar que las mujeres no eran lo suyo desde que no se vio tentado a salir con ninguna, pese a tener muchas opciones.

Podía justificar su poca experiencia con el hecho de que nunca se permitió salir con nadie, porque dentro de su vocabulario la palabra y sentimiento "amor", siempre le supo a algo superfluo. Una pérdida total de tiempo. Claro, eso fue al menos hasta que llegó él. Y no, no se trataba de una llegada de improviso o milagrosa; algo ocurrido en un santiamén, porque tenían diez años conviviendo bajo el mismo techo y recién estaba descubriendo esas pequeñas sensaciones que poco a poco lo empujaban a lo que tanto había intentado evitar.

«¿Me gusta?».

A pesar de todo, Dongmin no sabía decir con certeza en qué momento había comenzado a sentir atracción hacia Minhyuk. ¿Cómo saberlo? Siempre compartían momentos juntos, salían juntos. La mayor parte del tiempo, estaban el uno en compañía del otro.

Incluso su cama le servía de souvenir, porque la remembranza de esas noches que Minhyuk se escabullía en su habitación con el fin de silenciar las tortuosas pesadillas que lo atormentaban, seguían en su mente como algo realmente inevitable. Esas noches en que el menor se abrazaba a él, hasta que ambos se sumían en un sueño profundo.

Había tantas características que le gustaban de él. Podía describir a Minhyuk como el ser más maravilloso del mundo; una persona tan pura, considerada, bonancible, empática y sobre todo, dispuesta a dar amor a diestra y siniestra. No importaba lo que sucediera, siempre estaría a su lado sin importar qué y al principio, tal vez fue eso lo que le hizo detenerse.

Pensó que lo único que realmente necesitaba era algo tan simple como su compañía, porque se había acostumbrado a estar siempre con él. ¿Cómo lidiar con esa ausencia? Quizá se tratase de un cariño de hermanos o algo parecido y no nada fuera de lo normal. Al fin y al cabo se habían criado juntos.

Se mantuvo mucho tiempo pensando de esa forma manteniéndose como un simple espectador, hasta que un día se descubrió a sí mismo mirándolo con frialdad y formando sus manos en puños a sus costados, mientras escuchaba cómo Minhyuk le contaba que una chica le había dicho que gustaba de él.

El chico se mostraba muy ilusionado y entusiasmado en tanto le relataba la manera en que todo había ocurrido. «Lo mereces», fue uno de sus pensamientos. ¿Cómo no? Minhyuk era la persona a la que todo mundo quería a su lado, pero él era tan inocente que seguía sin percatarse de ello.

Una enorme sonrisa iluminaba todavía su rostro, de manera que por momentos, distraía a Dongmin de ese sentimiento amargo que se instauraba en su pecho. Si hubiese sido un experto en la materia, habría detectado inmediatamente el sabor desagradable que solo los celos podrían causar.

Pero no, no era eso ¿o sí? Por supuesto que no lo eran, o eso quiso creer cuando Minhyuk le comentó que quería invitar a la chica a una cita. ¿Pudo detenerlo? Claro que sí. Lo supo por la mirada suplicante que el otro le dedicaba al preguntarle si estaba haciendo lo correcto.

•Always You• || «Chaky - Oneshot»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora