Cordero Entre Lobos

Capitulo 1 : El Cordero Tierno

"...Feliz cumpleaños, Izuku." Inko sacó una pequeña porción con una sola vela. Ella sonrió y las arrugas de sus mejillas hicieron que las bolsas bajo sus ojos fueran más pronunciadas.

La luz de la pequeña llama bailaba en los brillantes ojos verdes de Izuku. Tenía 4 años a partir de este día.

Saltó felizmente en una silla chirriante, la sonrisa en su rostro fácilmente eclipsaba la vela con su brillo infantil.

Inko colocó la rebanada sobre la mesa pequeña y reajustó la capucha de su disfraz de héroe. Se había quitado los guantes y tenía algunos pequeños desgarros en las costuras. También estaba salpicado de secciones donde se habían cosido desgarros anteriores.

"Pide un deseo, cariño".

La carita regordeta de Izuku se inclinó hacia ella. "¿Dónde está papá?"

Los labios de Inko se apretaron fuertemente. Luchó contra el impulso de decir lo que tenía inmediatamente en mente. En uno de sus bolsillos había un teléfono casi muerto por haber llamado a Hisashi repetidamente sin respuesta.

"Él está um... no estoy seguro de dónde está ahora". Al ver la ligera caída en la sonrisa de Izuku, Inko rápidamente alcanzó detrás de ella y agarró una pequeña caja.

"Está bien, Izuku. ¿No quieres abrir tu regalo?" Ella le tendió la pequeña caja.

Era una caja vieja para algún producto desechable y ni siquiera estaba envuelta pero dentro se escondía el regalo de Izuku.

Izuku lo tomó y comenzó a abrir la caja.

Inko se frotó ansiosamente las palmas de las manos. Le había tomado un tiempo ahorrar suficiente dinero para comprarle un regalo a Izuku, así que decidió comprar algo que duraría un tiempo.

Inko frotó un pulgar contra el otro. Se preguntó si había hecho bien con su regalo.

Izuku sacó un sombrero verde que era demasiado grande para su pequeña cabeza. Tenía dos orejas de conejo incorporadas que hacían juego con el color en la parte superior.

Inko se mordió el dedo. El sombrero ciertamente era lo suficientemente grande como para que pudiera seguir usándolo a medida que creciera, pero ella tenía sus dudas.

¿Qué pasa si no le gusta? Debería haberle comprado algo más. Quizás debería haber elegido un juguete. Fui tonto por ir con un regalo como este. ¿A quién le importa si dura mucho si no le gusta?

Izuku se puso el sombrero en su pequeña cabeza. Se ajustó y reajustó con las manos porque no le quedaba bien.

Se volvió hacia Inko con el sombrero levantado lo suficiente como para que sus grandes ojos verdes pudieran mirarla. "¡Mami, mira!" Él chilló emocionado. "¡Me parezco a All Might!"

Para Inko, parecía más bien un conejito bebé brillante con el sombrero puesto. Corrió hacia adelante y abrazó a su bebé, que Izuku le devolvió felizmente.

Inko besó su frente y pasó sus dedos por su cabello sintiendo que sus ojos se empañaban. Se sintió bendecida de que, de todas las formas en que su hijo podía ser, él fuera así: un niño dulce con una perspectiva tan positiva.

Ella se aferró a él por un momento más y le dio un segundo beso en la frente por si acaso.

"¡Te quiero, mami!" Izuku sostuvo el sombrero con una mano e Inko con la otra.

"Yo también te quiero cariño." Inko se alejó de Izuku y extendió sus manos en su dirección.

Izuku se levantó lentamente del suelo hacia las manos de Inko. A medida que se acercaba a Inko, ella dio un paso atrás para que su peculiaridad siguiera tirando de él y moviéndolo por el aire detrás de ella.