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Mingyu rodó los ojos y se reía. Wonwoo desaparecía de un lado del cuarto al otro, carcajeándose cuando aparecía. ―¡Estoy de regreso!

Era extraño ver a su pareja en un punto y entonces desaparecer. Era como estar viendo Star Trek en donde los miembros de la tripulación eran transportados, sus cuerpos desaparecían. Pero estaba feliz de que Wonwoo estuviera feliz.

No tenía idea que el delicado brazalete labrado que Wonwoo usaba era en realidad un grillete. Su pareja no le había dicho ni una palabra de eso. —Veo.

Su risa se volvió gruñido cuando Wonwoo desapareció y reapareció en la cama, sentado a horcajadas en su regazo con los dedos en los rizos del pecho de Mingyu. —Entonces, ¿quieres aparecer en algún lugar?

Mingyu solo podía pensar en un lugar en donde quisiera estar ahora. Y no necesitaban ir a ningún lado. —Dentro de ti.

Wonwoo gritó cuando Mingyu se movió deteniendo al elf, y entonces se giró. La única cosa que ambos usaban era ropa interior que fácilmente podía quitarla.

—Si desapareces fuera de esta casa sin decirme a dónde vas... —Mingyu pasó su gran mano por el pequeño trasero de su pareja—. Papá oso va a nalguearte. —Apretó suavemente la nalga y luego la masajeó.

Wonwoo gimió y levantó su trasero, tratando de que la mano de Mingyu siguiera en su trasero. —Lo prometo.

Mingyu tomó entre sus dedos la pretina de la ropa interior de Wonwoo y la bajó revelando uno de los pálidos globos. Su pene se engrosó ante la vista, se inclinó y pasó la lengua por la piel de su pareja.

Una probada no era suficiente.

Mingyu le quitó la ropa interior, lanzándola a un lado mientras se quitaba la suya, Separó las nalgas de Wonwoo, viendo el arrugado agujero rosado frente a él. Se inclinó y pasó la lengua por la apretada entrada de su pareja, dejando que la punta de la lengua lo invadiera.

—Papá oso —Wonwoo gimió moviendo su trasero—. No te detengas.

Mingyu no tenía intención de detenerse, nunca había dado una mamada en su vida, pero aprendía realmente rápido. Quería darle a su pareja tanto placer como el que le había dado. Mingyu separó las piernas del elf acomodándose entre ellas. ―Sostenlas.

Wonwoo asintió rápidamente mientras levantaba las rodillas. Podía ver los brazos de su pareja temblar. Mingyu bajó la cabeza y dejó que la lengua pasara por su arrugado saco. La piel de su pareja era salada y dulce, mordisqueó el interior de un muslo y luego el otro.

Movió la mano hacia adelante y pasó los dedos arriba y abajo del duro pene de Wonwoo, mientras la lengua recorría las bolas de su pareja y entonces regresó de nuevo al agujero de su pareja. 

Su lengua lavó el interior de la apretada estrella mientras gruñía, lamiendo y mordiendo. Mingyu colocó la mano en las caderas de Wonwoo, deteniéndolo mientras su lengua se hundía profundamente en el perfecto interior. Un dedo se unió al juego, Mingyu lamió todo alrededor.

—Pa–papá oso —Wonwoo gritó.

Mingyu deslizó otro dedo en el interior, mientras su lengua seguía bañando el agujero de su pareja. El sabor de su pareja era como el del más dulce néctar, la más aromática miel. Mingyu no podía tener suficiente. Cuando un tercer dedo ajustó sin resistencia, Mingyu lo liberó y se apartó, alineó su pene y se empujó profundamente dentro de la bienvenida del cuerpo de su pareja.

Se estremeció con la presión alrededor de su pene.

El cuerpo de Wonwoo estaba hecho para él. Era su propio campo de juegos personal.

Día de invierno -Meanie/MinWon-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora