Barco esperaba pacientemente a Agustín, esperaba el momento en que el alto entré por esa puerta de madera y que pueda usarlo como un juguete para desestresarse, tal y como hacía desde que el menor se le empezó a insinuar.
Escucho las llaves sonar, se emociono al verlo, aunque esté hecho un desastre seguía viéndose sexy, hasta pudo sentir como su entrada mojaba su braguita color rosa, como le gustaba a Agustín. Se acercó al mayor y enrollo el cuello de este con sus brazos, acercándose a sus labios para dejar un pequeño beso, sintió las manos frías del de San Lorenzo colarse por su blusa, soltó un suspiro pesado al sentirlas, para luego de un salto enrollar sus piernas alrededor de la cintura contraria, mientras que el mayor apretaba su culo.
― ¿Me estuviste esperando, amor? ― pregunto mientras se encaminaba hacia la cama y recostó al menor en esta. ―
― Si, estuve esperando que me metas la pija hasta la garganta. ― dice sin vergüenza. ―
Dicho eso, Agustín tira a Barco al piso, haciendo que caiga de rodillas, soltó un quejido pero poco le importo al mayor, se bajo sus shorts deportivos y dejo liberada su virilidad, al menor se le hizo agua la boca, fue tanta su desesperación que no dudo ni 2 segundos y ya estaba con todo el miembro ajeno en su boca provocándose arcadas, tan rápido fue que Giay tuvo que morder el dorso de su mano para no gritar de placer, y es que la boca del 19 hacía maravillas.
― Mierda...― maldijo al sentir que su glande era rodeada por la lengua del menor. ―
Valentin aumento el ritmo, buscando la espesa sustancia del mayor, lo miró por encima de sus pestañas, su vista estaba un poco borrosa por las lágrimas que le provocaron las arcadas. Sintió como Agustín se tensó, sabía que estaba cerca de su orgasmo, así que solamente le presto atención a la punta, la cual estaba roja, cuando el mayor estalló en la boca contraria, Valentin trago con muchísimo gusto, aquel sabor era agridulce, le encantaba ese sabor.
― Vení, nene. ― llamó mientras se sentaba en la cama, palmeando el lugar restante a su lado. ―
El 19 fue casi cojeando por el abrumador dolor en sus rodillas, se acostó y abrió las piernas, dejando a la vista de Giay su entrada y su miembro, del cual salía líquido preseminal, dejando una pequeña mancha húmeda en su braga, la cual fue retirada de inmediato. El nombrado lo dio vuelta, dejándolo en cuatro.
Fue dejando besos húmedos desde su cuello bajando hasta su culo, también dejó mordidas en los formados muslos de Barco, dejó cualquier tipo de marcas, le encantaba hacérselas al menor, más el color que estas dejaban en la pálida piel del chico. Era más roja de lo habitual cuando mordía, chupaba y apretujaba alguna parte del cuerpo del menor.
― Mhg~ A-agus, por favor... ― gimoteo ―.
― Por favor ¿qué?
― La-lame, p-por favor ― Las lágrimas empezaban a acumularse por la vergüenza y excitación ―.
― ¿Qué dijiste, nene? ― se hizo boludo ―.
Barco empezaba a desesperarse más, empezó a lloriquear mientras hacía un pequeño puchero, al mismo tiempo que se removía en su lugar, el mayor al notar esto se acercó a él.
― ¿Qué pasó, amor? ― preguntó e imitó el mismo puchero que el menor, burlándose de él. ―
Barco no dijo nada, solo sollozaba mientras intentaba calmarse, le encantaba que el mayor sea así pero a la vez lo desesperaba demasiado; eso era lo que más le gustaba de él. Escuchó una pequeña risa burlona de parte de Giay, después sintió un firme agarre en sus dos pedazos de carne y después una larga lamida en su anillo muscular, gimió alto por la placentera sensación, miró al mayor y este lo miraba sonriente, le causaba ternura cuando era así.
― ¿Esto era lo que querías? ¿No? ― el menor no respondió, recibiendo un azote en su muslo izquierdo, gimió por eso ― Responde, Valentin.
El nombrado sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral, el simple hecho de que el mayor lo llamara así y más con el tono dominante que acompaño a su nombre, lo ponía muy nervioso. Era increíble el control que tenía Giay en Barco.
Al fin y al cabo, terminó respondiendo.
― N-no... no es l-lo que quiero.
― ¿Entonces que querés?
― Q-quiero que... ― no termino la frase por la timidez y la vergüenza que adueñó su débil cuerpo ―.
― ¿Qué querés, Colorido? ― lo agarro de la mandíbula, obligando a que lo mire a sus ojos marrones con destellos verdes ―.
Barco lo miró por un rato hasta que decidió desatar aquel nudo de su garganta y largar su voz en un hilo.
― Quiero que me cojas... ―
― ¿Y qué más? ― elevó un poco la cara, haciendo referencia a que estaba esperando su respuesta ―.
― Q-que me rompas po-por dentro... ―.
Agustín sonrió por dentro, saber el control que tenía sobre Barco, era mucho para su ego, era muchísimo para su ego.
Luego de esas palabras, el santafesino desprendió cualquier prenda que cubriera su cuerpo y el del menor, dejando a la vista su cintura y aquellos botones rosados. Nuevamente acostó al menor y le puso dos dedos en frente, Valen entendió esto y abrió su boca, empezando un baile junto los dedos del mayor, mientras entretenía al menor con eso, su boca fue directamente hacia los pezones del de Boca. Chupaba, mordía y besaba aquellos botones, provocándole gemidos al menor, los cuales eran ahogados por los dedos de Agus, el nombrado sonrió cuando sintió los dientes de Barco clavarse levemente en sus dedos, por lo cual los saco y los posiciono en la entrada ajena, los adentro de una, arrebatándole un gemido al menor.
Después de un buen rato metiendo y sacando sus dedos del apretado interior del colorado, se separó de aquella cama y busco su teléfono, mientras le ordenó que se pusiera en cuatro nuevamente, cuando volvió llevó ambas manos hacia las nalgas del chico, apretandolas tan fuerte que dejó la marca de sus dedos en ellas. Posicionó su miembro en la entrada del menor, amagaba con entrar para luego salir nuevamente, cuando por fin entró, agarro su celular, lo prendió y se puso a grabar.
― ¿Q-qué ha-ces? ― pregunto Barco un poco confundido por la acción del mayor ―.
Agustín no le dio bolilla y siguió haciendo lo que quería. Después, dejó de grabar y tiro el celular, aferro sus manos con fuerza a la cintura de Valentin y aceleró sus embestidas, mordiéndose el labio por el aterciopelado y cálido interior del nombrado, al igual que los gemidos excitantes que soltaba al mayor lo volvían loco. Siguió arremetiendo contra la próstata del menor, sin medir sus fuerzas, dio una embestida tan fuerte que hasta él se sorprendió, se corrió dentro del Colo, el cual estaba tirado en la cama con la respiración agitada y su pecho que subía y bajaba, intentando regular la respiración. Giay lo volvió a poner como estaba, boca abajo y abrió las nalgas del menor, observando aquel agujero del cual salía su semen a montones, agarro nuevamente su celular y grabo como su líquido se deslizaba hasta sus muslos, para luego juntar un poco con sus dedos y llevarlos a la boca del menor, quién trago con gusto. Corto el video y se puso a lamer la entrada del menor, "quitando" cualquier rastro de semen que haya quedado, le causaban ternura los gemiditos del colorado.
― Vení hermoso, nos vamos a bañar. ― dijo mientras alzaba cual bebé al de Boca ―.
― Me duele todo... ― se quejo con un puchero ―.
― Vos dijiste que querías que te rompa todo. ― se hizo el inocente, aunque era verdad ―.
Recibió un golpe en el hombro y ambos se rieron. Después Giay cambió las sábanas para que puedan acostarse, cuando lo hicieron Barco se subió arriba de él y se aferro a su cuello como un koala, qué tierno, pensó Giay, quien le dio un beso en su cabellera colorada, para luego caer rendido y dormir plácidamente, mañana tendría que cuidar de alguien...
bueno, me salió para el culo?, sí.
pero espero les guste aunque no sea la primera vez que hago este tipo de os.
cualquier error me dicen!!
bye, bye. ♥︎