David volvió de entre los muertos. Volvió, y quiere cobrar venganza contra el mundo que lo volvió un monstruo, y así se lo deja saber a la mujer que alguna vez amó, Lucy. Oh, Lucy... ¿Qué no sabes?
Rompe a alguien y nunca volverá a ser cómo era ante...
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Querida Lucy.
Sé lo mucho que me extrañas. Sé lo muchos que lloras en la noche, sabiendo que aunque fuiste a la luna, fue sin mí. ¿Cómo volví? No sé cómo, simplemente... volví. Estoy aquí, renaciendo de entre los muertos.
Aún recuerdo la última vez que te vi. Desesperada, patética, soñadora, como siempre fuiste. Fui el único que conoció esa parte tuya. El único en el que confiaste. Me hace tan feliz que no me hayas olvidado, que aún llores por mí, porque parece que todos ya lo han hecho.
Eh, ¿Por qué tan pálida? ¿No me querías de vuelta? Esto es lo que querías, ¿No? Ver de nuevo a tu amado, el que te llevaría a la luna. ¿No te gusta la cabeza que te traje? Apenas me di cuenta de que estaba vivo, ¡Vivo! Oh, perdón, es que estar muerto era tan aburrido. Bueno, apenas me di cuenta de que estaba vivo, decidí matar a un imbécil. Asesiné a sangre fría a un policía que pasaba por ahí, cortándole la cabeza. Y supe que debía buscarte, para darte mi más sincero acto de amor.
No es un secreto que yo te amaba, demasiado diría yo. Creo que no eras ciega, y te dabas cuenta de todo lo que yo hacía para llamar tu atención. Carajo, ojalá hubiese sido solo por ti, pero es que por todos, por todo el mundo yo abandoné mi persona. Todo lo que yo hacía era para agradarles, o para que se impresionarán conmigo o valoraran el hecho de que no soy era un puto niño. Me cansé mil veces de ser subestimado y echo a un lado, claro. Si no era mi posición económica era mi experiencia. Si no era mi experiencia era mi edad.
La compasión fue mi perdición. No ser suficientemente cruel con este mundo que de por sí, ya era cruel con todos y conmigo. Esa era la palabra clave, todo. Todo en Night City me jodía la existencia. Todo en Night City creaba y fortalecía monstruos, y yo no fui salvo de ello. No tuve más opción que aceptar convertirme en una bestia solo para sobrevivir, colocado en un camino del cual no podía escapar. Y por lo que soy ahora, no me arrepiento
Hey, tranquila, Oh... no piensas escapar, ¿Verdad? Anda, soy yo, David. Deja de llorar, aquí estoy, aquí estoy y no te dejaré. Lo sé, es un mundo terrible, un mundo lleno de corrupción, crimen, y destrucción a lo poco humano que le queda a cada uno. Ambos pudimos ser libres, y ahora que he regresado, podemos serlo.
¿Me tienes miedo? Dices que no, pero tus ojos dicen otra cosa. Tus ojos ven a un monstruo, a una bestia. Je, no te culpo. Regrese algo cambiado... como cualquier muerto puede salir de entre la tierra. Pero, entiéndeme, estoy aquí por ti, para salvarte de lo que se viene, para salvarte de lo que Night City le hace a todo el que pisa esa ciudad. Para que escapes entre mis brazos de lo que voy a demostrarles a estos bastardos.
Mi querida Lucy... mi bella, mi amada luz, no temas. Tengo una gran sorpresa para ti, la cual podrás recibir esta bella mañana. Todos van a pagar, vas a ver. Vas a ver.
Duerme, mi luz. No hables más, duerme, duerme, duerme, duerme...
Mi querida Lucy. Esta es mi sorpresa, ¿Por qué no estás feliz? Lucy, anda, sonríe. Los cuerpos de toda esta gente en nuestro nuevo hogar, esas son las rosas para mi valiente luna, mi única esperanza en este mundo, y la razón por la que no me hundo entre los gusanos que devoraban lo poco que me quedaba de alma.
¡No corras! Este es el mundo que podemos crear tu y yo. Destrozar a cada uno de los habitantes de esa asquerosa distopía, y ser una sola luz plateada, y si hace falta, hacer lo mismo con el que este en nuestro camino cuando escapemos.
Deja de mentir, ¡Sabes que soy el mismo! ¡Sabes que no soy un monstruo! Y si lo soy, bueno, ¿Qué es lo malo en ello? Esto es lo que ellos crearon, lo único por los que les podré agradecer jamás, por hacerme ver que ya no puedo vivir entre las sombras y tú tampoco. Esto es lo que ellos nos han hecho, la condena de por vida que nos escribieron.
¿No quieres ser feliz conmigo?
¿No decías cada día que querías estar a mi lado?
Pues aquí me tienes. ¿Por qué no puedes apreciarlo?
Lucy... Lucy... ¡Lucy!
Lucy, mi querida Lucy. Al fin te encontré. Lamento haberte encadenado, pero aquí tienes más regalos de mi parte, para que no vuelvas a dudar del amor inmenso que te tengo. Más cabezas de gente que no se merecía la vida. ¿No es gracioso que pensemos más en la muerte y lo que esconde que de disfrutar la vida y averiguar sus grandes misterios?
Lucy, deja de mirarme como si fuera un monstruo. ¿Por qué no puedes amarme como lo hacías antes? Si... carajo, lo he hecho todo por ti. ¡Mataba por ti! ¡Me hacía daño por ti! Me estás rompiendo, luna mía. Claro, me olvidé de lo que cobarde que eres. Una vez las cosas salían mal, decidías huir, como aquella vez que dejaste la pandilla después del secuestro de Tanaka. ¿No te acuerdas? Claro, porque huiste de todo aquello relacionado con la mala vida a la que ¡Tú! me llevaste una vez me fui de tu lado.
Sí, no te olvides que tú me llevaste a esta vida de muerte, de dolor, de atroces actos y feroces puentes entre la vida real y la muerte más larga de las que están escritas en los libros. Si la vida es un sueño, que bueno que desperté.
Mi querida Lucy. ¿Por qué intentas escapar? Yo te amo tanto y tú solo me haces a un lado. Destrozó a tantas personas por día y ¿Para qué? ¿Para qué ni siquiera te unas a mí? Lucy, tú eres mi vida, y si no me amas, esto no es lo prometido.
Prometo hacer que me ames. Prometo mantenerte aquí, a mi lado. Oh, mi Lucy, no te vayas. Seamos la pesadilla invisible y sensible del pueblo. Seamos lo que una vez fuimos, jóvenes intrépidos, sin miedo, listos para dominar el mundo bajo nuestros pies.
¡Lucy!
Mi querida Lucy. Hoy, te doy flores. Hoy, me rindo ante mi maldad, y me arrodillo a tu cuerpo inerte. ¿Te amé demasiado, será? Que no pude soportar que ya no somos lo del pasado. Intentaste correr de mí, y cuando te alcancé, salió a la luz lo que soy.
Un monstruo.
Un arranque impulsivo de desesperación, por un corazón desgarrado en dos, que ya no pudo con todo lo que pasó en vida. Un desgarre en tu garganta. No terminé de desfallecer hasta que vi la sangre correr por tu piel, y supe lo que había hecho.
Me levanté con dificultad, y grité al mundo. ¿Por qué me hicieron un monstruo? Un monstruo que ya no sabe cómo amar.
Aprieto tu mano una última vez. Si soy un monstruo y siempre lo fui, aún quedaba a quienes culpar de mi vano error. Aún puedo fingir que todos persiguieron mi triste caída, y aún puedo acabar con ellos, como la última promesa que te hice.
Mi querida Lucy...
¿Qué nos han hecho?
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