𝒜𝓁𝑔𝑜 𝓈𝑜𝒷𝓇𝑒 𝓉𝒾

𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 4: | 𝑪𝒉𝒑 3- 𝑩𝒂𝒄𝒉𝒊𝒓𝒂 𝑴𝒆𝒈𝒖𝒓𝒖 |

Desde que Bachira tiene uso de razón, siempre le había gustado bailar. Bailar es vivir para su vida. La danza lo era todo.

Todavía recuerda el momento en que vio a alguien bailar break dance en el parque cercano por el que él y su madre pasaban con frecuencia, y fue fascinante. La forma en que ese hombre equilibraba fácilmente todo su cuerpo sobre su mano y luego volteaba todo su cuerpo, era como si estuviera volando en el cielo. Su cuerpo era como un delfín en tierra, flotando en el aire y luego golpeando el suelo equilibrando perfectamente su tierra.

Fue un momento que supo que nunca olvidaría. La forma en que el cuerpo del hombre flotaba, su sudor brillaba contra la puesta de sol, su cabello volaba en el aire mientras hacía su voltereta hacia atrás. Sintió un hormigueo en su propio cuerpo, quería hacer eso también. Y fue entonces cuando el monstruo dentro de él despertó.

"¡MAMÁ! ¡¡VISTE ESO!! ¡ESO ES UNA LOCURA! ¡YO TAMBIÉN QUIERO HACER ESO!". El chico de cabello castaño sonreía de oreja a oreja, tanto que sus propias mejillas comenzaron a doler, pero estaba bien. Sabía que quería hacer esto.

A partir de entonces, siempre practicaría diferentes tipos de bailes, desde ballet hasta danza moderna y bailes de salón. Quería más, descubrir todo tipo de bailes para sentir la misma euforia que sintió ese día. Su monstruo quería más.

Y luego comenzó a participar en diferentes competencias de baile, y siempre obtenía el primer lugar, la gente estaba orgullosa de él, sus compañeros competidores lo felicitaban mientras caminaba por el pasillo. Pero no pasó mucho tiempo antes de que sus felicitaciones hacia él se convirtieran en odio.

"¿Crees que su mamá se acostó con los altos mandos para dejar que su hijo obtuviera el primer lugar?"

"Siempre había odiado su personalidad, siempre fue muy molesto, y además, ¿no crees que es un poco raro?"

"Espero que sea atropellado por un coche antes de la próxima competición".

De todos modos, ¿qué tiene de especial su baile? Era muy difícil seguir viéndolo bailar. Honestamente, apesta".

Los susurros y las risitas se harían cada vez más fuertes la próxima vez que entrara en una nueva competencia y se fuera con un trofeo en sus manos.

¿Por qué me odian? ¿Es mi baile realmente tan terrible? Caminó hacia un lado de la calle y se desvió de la carretera para caminar hacia el metro de una estación de tren.

Sentía que nadie estaba allí para él, el único en el que podía confiar era en su monstruo. Su monstruo siempre le decía que necesitaba estar satisfecho, su monstruo era su único amigo, el único que necesitaba.

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Una semana después de su última competencia, vio a un niño pequeño, que parecía tener más o menos su edad, con orejas de conejo azules. Parece que era un baile de ídolos. Cuanto más se acercaba al niño, más veía sus rasgos, su figura esbelta, pero la cantidad justa de músculo y curvas para que pareciera andrógino a pesar de que llevaba una sudadera con capucha y pantalones cortos, exponiendo sus piernas blancas y pálidas. Fringe resalta a la perfección sus delicados pero hermosos rasgos faciales. Grandes ojos azules de cierva, una nariz pequeña y recta, labios corales regordetes que eran más rojos hacia la mitad de sus labios.

Cuanto más lo veía practicar, más le decía su monstruo que practicara con el conejito de orejas cortadas. Su corazón comenzó a hormiguear ante la sola idea de entablar una conversación con él, pero lo emocionó y lo puso nervioso.

¿Y si me odia como me odian los otros competidores? ¿Me odiaría? ¿Debería dejarlo? Tal vez entable una conversación la próxima vez. Todavía no quiero saber lo que piensa de mí, estoy demasiado nerviosa. Creo que lo dejaré y lo admiraré desde lejos. Cuando comenzó a darse la vuelta lentamente y a alejarse, escuchó una voz que le hablaba.