𝐗 ─ 𝑴𝑨𝑹𝑶𝑶𝑵

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Granate.


El cabello que se deslizaba por las yemas de mis dedos. Granate

Ambas mejillas al instante de encontrar tu silencio. Cálidas. Granate.

La temperatura que envolvía ambos cuerpos en esa sala oscura. Granate.

La tela, acariciando tu figura como si el canon de belleza lo inspiraras tú. Granate.


Granate era cuando tu boca me negaba el acercarme, y tus ojos me gritaban que lo hiciera.

Cuando mis manos ardían por tocarte y tus pasos ponían distancia.


Escarlata, porque escondida, rogabas el lanzarme.


Granate era el escuchar la canción al mismo tiempo y apartar el sentimiento.


Carmesí era la sangre que corría por mi cuerpo y el deseo que carcomía cada sentido.

Los suspiros que escapaban de tus labios y las llamas de mi vientre, anticipándose.

El peligro de tu mirada y el éxtasis que encontrabas en la mía.


Estática queriendo moverme.

Callada queriendo pedirlo.

Desenfrenada y errática, ímpetu buscando tu atención.

Tu amenaza y tu propia cohibición.

Mi ruego y la cadena que nos frena.

Mi serotonina, tu placer. Granate


Empújame, pero tócame. Granate.

Sabes lo que pienso. Léeme. Granate.

Sabes lo que siento. Soy tu espejo. Granate.

Cállame aunque me encuentre totalmente en silencio.


Tu boca y la mía,

buscándose,

llamándose.

Mi tacto y tu reacción, midiéndose.

Tu electricidad y mi suspiro.


Granate, sería sentir tus labios devorando los míos.

Tu aliento junto el mío.

Mi boca contra tu cuello, la tuya contra mi oído.

Mi mordida, tu jadeo.

Tu agarre, mi escalofrío.

Mi necesidad, tu descontrol.


Nuestra locura.

Nuestras marcas, nuestro secreto.

Sería escarlata.

Sería carmesí.


Tú eres granate.

Y tu piel va a ser mi próximo legado.


𝑪𝐀𝐓𝐇𝐀𝐑𝐒𝐈𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora