II. sequel

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recordatorio: las reliquias de la muerte no existen aquí.

Yu Jimin fue una de las mejores, en eso no cabía duda. Cualquiera que presenciara su talento y potencial estaría de acuerdo en un instante. Al igual que estarían de acuerdo al escuchar de los impresionantes y asombrosos logros que obtuvo cuando aún era una estudiante en Hogwarts. Ella era la más brillante de todos y también la más astuta. Y todos los magos y brujas lo sabían.

Proveniente de una de las famosas familias de sangre pura de Slytherin, La familia Yu. Incluso cuando era una recién nacida, el nombre de Jimin ya era famoso. Muchos magos que provenían de dicha familia eran personas poderosas y respetables que eran populares por sus increíbles habilidades mágicas conocidas en el mundo mágico. A pesar de que eran muy viciosos, muchas personas aspirantes aún los admiraban y temían sus capacidades. Cada mago o bruja que llevaba ese noble apellido era una persona talentosa al cien por ciento, por lo que no se sorprendieron cuando la señorita Yu Jimin resultó ser una poderosa y excelente bruja incluso cuando era joven.

Cuando Jimin aún no asistía a Hogwarts, ya estaba siendo enseñada y entrenada por su madre y otros destacados profesores de magia para que estuviera completamente preparada y avanzada cuando comenzará a asistir a la escuela. Pero aún así, Jimin aprendía rápido y tenía un talento natural para la magia, por lo que sus habilidades se volvieron aún más notables cuando ingresó a Hogwarts.

Desde un principio, Jimin ya había planeado todo incluso antes de qué ingresará a Hogwarts: no mezclarse con la gente tanto como fuera posible y solo relacionarse con personas de Slytherin, pero no con los nacidos de muggles, estar en la cima de la jerarquía, dejar que las demás personas temieran de ella, ganar reputación y graduarse en paz pero con muchos logros. Ese era su plan. A sus padres no les importaba mucho porque sabían que su hija nunca los decepcionaría, siempre y cuando se comportará y no avergonzara el nombre de la familia, y estuviera en la cima. Ellos nunca dirían una palabra, además, confiaban en Jimin. Era sabia y bien educada.

Su vida escolar seguramente transcurriría sin problemas y muy bien. Jimin estaba segura de ello.

Hasta que llegó una tormenta, una tormenta bajo el nombre de Kim Minjeong.

Kim Minjeong. Esa maldita mocosa. Una Gryffindor nacida de muggles, vaya problema. Era una alborotadora con una cabeza muy dura, terca pero valiente como un león. El caos siempre la seguía a todas partes. Era muy torpe y le gustaba involucrar a otras personas en sus problemas sin querer. Al principio no era muy conocida cuando ingresó a Hogwarts, solo era la típica y molesta Gryffindor de primer año, pero poco a poco se destacó por su ingenio sorprendentemente alto e intelecto que ella misma desconocía. También era una excelente bruja, definitivamente tenía un talento natural y si entrenaba y utilizaba su potencial correctamente, podría estar junto a Jimin en lo más alto.

Y eso a Jimin no le gustó. A ella no le gustaba compartir.

Bueno, al principio, Jimin no se había preocupado mucho por esa chica, pero el destino realmente tenía algo planeado para ellas e hizo que sus caminos se cruzaran al comienzo de su historia escolar. Minjeong habia provocado que Jimin derramará su bebida sobre su nueva ropa cuando viajaban en el Expreso de Hogwarts caminó a la escuela, ya que Minjeong estaba persiguiendo a su rana de chocolate que se le había escapado de las manos. ¡Fue imperdonable! Minjeong avergonzó a Jimin frente a los demás estudiantes y arruinó su camisa.

Sabía que solo había sido un accidente y podía ver la sinceridad y el pánico en los ojos de Minjeong mientras murmuraba una serie de disculpas, tratando de encontrar un paño para limpiar el desastre que había hecho en la camisa de Jimin, pero las miradas divertidas de los estudiantes a su alrededor la estaban quemando. No podía dejar pasar esto. No debería ser ella quien sufriera humillación.

Deranged | WinrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora