PROTECTION ◇CHANBAEK◇

Vistiendo al lobo de oveja

El cielo está nublado, el mundo se ha apagado. Mis ojos han dejado entre ver legañas; tu voz, el abismo que me alcanza.

Las burlas comienzan a alzarse entre sus compañeros de salón. El profesor continúa parco y sin expresión, indicándole con un pequeño tic en las arrugas de uno de sus ojos que retorne a su asiento. No podría importarle menos, esas miserables líneas son el logro de una noche de fiesta.

Su madre le ha impuesto un castigo, lo ha recomendado como asistente de un taller de poesía en un reclusorio para menores. Eso o se ha desquitado con él con la excusa de que le faltan modales, sensibilidad y eliminar cualquier rastro de vulgaridad que lo deje mal parado frente a su padre o al lado del favorito de su padre, Baekhyun.

Récord académico impecable, habilidades marciales, dominio de cinco idiomas y un manejo de armas envidiable para su edad. Baekhyun es todo lo que él nunca será. Es más, algún día acabará por estrellarse y solo confirmará los errores que según su padre podrían matarlo una vez tome su puesto en la organización.

La mascota de tu padre tomará tu lugar si continuas así, dice su madre a sus espaldas mientras camina en pequeños círculos.

Chanyeol se pregunta si su madre está actuando así porque planea tener más poder en la organización o porque sigue con la ridícula idea de que su padre la engaña con cuanto trasero se le cruza en el camino. Resulta gracioso que alguien espere fidelidad de un hombre que mata, trafica y esclaviza. Pero su sonrisa muere en cuanto oye susurrar a su mamá su posible nuevo plan. Entonces reacciona y al fin le da la cara.

Cariño, es hora de que ocupes el lugar que te corresponde. Estoy segura que cualquiera de las hijas de la casa aceptará gustosa.

Aborrece a su madre cuando habla de esa forma, no hay nada familiar en ese lugar. La supuesta casa es la organización y las hijas son las mujeres en edad de casarse que ocupan altos cargos o son próximas a ocuparlos. Eso es todo.

Situaciones que deberían tornarse cotidianas como una conversación banal, salidas en familia o incluso un gesto filial, no existen. Él es una obligación para su padre y un medio para su madre.

Por ello, cuando a la semana siguiente comienzan a recibir los prospectos de las candidatas, su padre cree que al fin está madurando, que es tiempo de darle más responsabilidades y lo envía a una misión. Deberá encargarse de revisar las instalaciones de una isla, al sur. Las instrucciones son claras: revisar y vaciar si es necesario.

Irás con Baekhyun, es hora de que empiecen a asumir sus posiciones.

Una arcada lo hace tragar saliva para evitar atorarse y exhibirse como un estúpido frente al viejo. Lo cierto es que no será la primera vez que vaya atestiguar un asesinato, de eso ya ha pasado más de diez años, pero sí será la primera vez que tenga que hacerlo con sus propias manos u ordenarlo, en caso falle, en caso haya alguien.

La ansiedad desdibuja los días entre arcadas vacías y pesadillas. La instalación a la que irá es una punto de tráfico humano que debe ser evacuado inmediatamente. Tienen informes militares que indican una próxima redada.

Llegado el día, no le sorprende sentir la presencia silenciosa de Baekhyun a su espalda o un frío sudor en la nuca mientras abre la manija del auto. Sus nervios están hechos un desastre y agradece tanto como maldice la compañía, quizás Baekhyun pueda encargarse de todo, justo como su madre odiaría que suceda. Sin embargo, negar que los rumores sobre la increíble competencia del chico sería estúpido cuando es el único miembro de su edad que ocupa una habitación dentro de la casa principal.

Su mirada se desvía en dirección a su diestra, el tipo está recostado de brazos cruzados en su asiento y mantiene los ojos cerrados. Asume que no duerme, sería de descuidados. Baekhyun parece mantener la calma, se ve tan sereno y serio como en la universidad, como en los pasillos de la casa, como en el desayuno. Quién fuese él, con la sangre densa y la mente imperturbable, piensa.