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-Te pasas -Sale de la boca de la pelinegra recargada en la pared sentada en la parte final de la cama, sus piernas cruzadas en posición de loto observando a su mejor amiga la cual tiene un montón de velas alrededor de ella, dentó de un circulo-. Sabía que eras fan del ocultismo, pero esto ya es pasarse.

-Calla, Tn. ¡Tu también eres fan de esto! -Solto con un libro en sus manos revisando las páginas hasta encontrar la indicada.

Solto un chasquido, divertida, pero al igual fastidiada. Sabía que Alejandra podía llegar a ser un poco drástica en el echo de que llegara a ser obsesivo el amor por el ocultismo, en definición era una rarita. Pero no podía criticar ya que ella era algo parecido, aunque no se la pasaba con el echo de invocar a alguien o persona muertas, respetaba en echo de las personas que han muerto y solamente es fan de las cosas paranormales, películas de terror y algunas cosas que tuvieras que ver con sangre.

Dejo caer su cuerpo en la cama de su amiga, sacó su celular para escribirle a su pareja.

"¿Oye te demoras?" Texteo con aburrimiento, para después mandar de un stiker de un gato amarillo con una ceja alzada.

"No. Ya estoy cerca, a unos cinco minutos y llego." Leyó con cautela, sonrió al ver el estiker de corazón que formaba la nariz de un gato. Sonrió al ver esa imagen, agradecía el echo de tener a esa rara fan del ocultismo y su pareja.

"Ah, gracias a Dios. Tu hermana se puso rara" Solto un suspiro, la razón era que ahora quería invocar a su husbano a su mundo, o hacer un trato y lo último que quería es que su alma resulte en un trato con el diablo.

"¿Otra vez?" Sonrió divertida, Alejandra era la hermana menor por 25 segundo. Ella era la melliza pequeña de él, de Alejandro. Al parecer suspadres decidieron darle el nombre parecido y eso era un poco incomodo, almenos al inicio cuando empezó a salir con él. Ya que sentía que se besaba a su amiga, solo que en su versión hombre.

"Se" envió el mensaje con el stiker de un gato sonriendo, para ser sincera era una gatolover algo obsesiva. Bueno, eso no era tan malo, él también es así.

-Oye, emo -Solto alejandra. Tn levantó la mirada, le observo con aburrimiento.

-¿si rarita? -Exclamó guardando el celular y sentándose en el borde de la cama.

-¿Me ayudas?

-No -De inmediato respondió. Bostezo, ya le estaba dando hambre y además ya se estaba cansando de tener que esperar su teatro funcional-. Si se te mete el chamuco, que sea a ti. A mi me dejan en paz.

-¿Ni por tu cruhs? -Somto mientras prendía las velas.

-¿Qué cosade qué? -Solto llegando y abrazando a la pelinegra por la cintura depositando un beso en sus labios-. Responde enana. -Le demanda a su hermana.

-Ficticio. Cruhs Ficticio. -Solto con una mueca al ver la escenita de su amiga y hermano. -Oigan, no coman enfrente del hambriento.

Alejandro solto una risa y le saco la lengua, le gustaba fastidiar a su menor. Le dio un chocolate a su novia para dejarle otro beso en la frente, y abrazarle más.

-¡Oigan! ¡Si se van a dar cariñito, fuera de mi cuarto! -Solto con fastidio.

Tn solto una risa, era un poco chistosa la situación además Alejandra estaba hay mirándole con recelo por su expresión de amor.

-¿Cuando empezamos a ver las películas? Por eso vine a tu casa -Hablo mirando a su amiga.

-O sea, que a mi no me hivas a venir a ver. Auch. -Fingió llevar una mano a su pecho en forma de dolor.

-Dramático-Dijo con una sonrisa. Sintió el tacto debajo de sus ojos, la sonrisa se esfumo.

-Tn -Hablo serio al notar en su manos el color del maquillaje, miro con seriedad y noto las ojeras debajo de sus ojos. Su piel pálida le dejaba más ese problema, sujeto su rostro con sus manos-. ¿Otra vez? -Solo asintio con pena, se sentía mal en el echo de tener que mentirles a esas dos persona que le apoyaban.

'Si ellos se enteraran de quien soy, jamás se me hubieran acercado'  -Perdón, me quedé viendo un documental de asesinos en serie.

...

S

u cuerpo temblaba, sentía los brazos alrededor de su cintura, esos no eran los brazos de Alejandro, eran de otra persona.

-Cariño~ -Un escalofrío recorrio su espalda, esa voz. Esa voz era de alguien mayor, alguien la cual le respiraba en el cuello, le apretaba a su cuerpo. Era la voz de Eren Yeager.

¿Cómo terminó esto así? Se suponía que la luz se había cortado viendo una película, no preparándose para ver una película. Y se fue la luz, se escucho un grito y se preocupo porque fue de Alejandra en el piso de arriba. Subió las escaleras lo más rápido posible y antes de poder abrir la puerta sintió como la jalaban para abrazarla.

-¡Idiota! -Solto calamando su corazón, el cual palpitaba rápidamente. Pensando que era su amiga la cual la abrazaba, pero... Alejandra era más pequeña que ella. Su cuerpo se palarizo. -¿Alejandro...? -Su voz tembló, sus piernas temblaron un poco. Estaba siendo abrazada por la espalda. En un momento a otro ahora estaba siendo acorralada contra la pared, una mano sujetando su cintura y otra acariciando su mejilla.

-Sigues siendo igual de hermosa, como la última vez. -Sus dedos acariciaron su mejilla, para después bajar a su cuello trazando una línea. Mordiendo su labio para no tener ese impulso de morderle, besarle y tomarla en ese momento. Aún, no. Además esta el echo de que los demás lo matarían, estaría rompiendo el trato echo. -Mi hermosa titancita.

-¿Es... un broma verdad...., Alejo...? -Solto entre cortado, esa voz podía ser emitada, ¿verdad? Si, seguro su novio quería joderle una broma y asustarle después de todo hoy es 31 de octubre, las parejas se hacen bromas. ¿Cierto?

-No vuelvas a decir ese nombre -Mascullo con molestia, apretando más su cintura y pegándome a él-. El único nombre que debe salir de tu boca es el mío. -Acercó su rostro a su vuemlo aspirando su aromas, extrañaba ese olor, extraña a ese cálido cuerpo entre sus manos.




Felicidades, has sido elegida por ellos. Ahora ellos estarán a tu lado y el de ellos.

La ElegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora