Amo los viernes, ya que puedo degustar de mí comida favorita.
Llego a casa después de un largo día de trabajo, llevo la comida a su lugar y me preparo para cocinar. Corto delicadamente la comida que obtuve en el trabajo, prendo la estufa y me propongo a cocinar felizmente, disfruto el tiempo, danzo y canto como si no hubiera hecho nada en todo el día. Finalmente, cuando veo que ya está lista la comida, apago la lumbre, sirvo mi preparado y me tiro a la cama a ver caricaturas mientras ceno.
Amo trabajar en la morgue.