historia # 1 : El demente del teatro

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Ayudaaaaaaa!!!!

Mis gritos hacen eco por todo el teatro, nadie contesta, estoy amarrada a una silla sin poder moverme, intento safarme pero es en vano, minutos, horas se hacen en este lugar abandonado, nadie llega a rescatarme.

Cuando mis esperanzas están apagadas unos sonidos provenientes detrás mío me hacen volver el alma al cuerpo, intento girarme pero no puedo, es imposible gracias a que estoy amarrada.

Mis oídos captan el sonido de unas botas acercándose a mi.

—hola, ayúdeme señor, llevo horas aquí sin comer, sin tomar agua, por favor, me podría hechar una mano con estás cuerdas que lastiman mis muñecas–digo en forma de súplica sin saber quién es la persona que se encuentra detrás de mí, lo único que me importa es salir de este lugar.

Un enorme silencio se forma, no dice nada.

— Señor!!—no me oye!?— grito desesperada sin obtener una respuesta.
—Señ...-unas manos rodean mi cuello cortándome el habla, mi pecho empieza a subir y a bajar sin freno.

—shhh, cállate, porque eres tan insoportable, ni secuestrada te quedas quieta!– dice una vos varonil que me eriza la los bellos del cuerpo.

<< que mierda!?>>

—sabes porque estás aquí?—muevo la cabeza en señal de negación.

—bueno te cuento, estás aquí porque.... porque quiero jajajaja.

<< ¿está loco? ¿porque rayos se ríe así como demente?>>

De momento suelta mi cuello, me quedo quieta sin mover ni un músculo por mi bien, pero cuando él se logra poner en frente de mí mostrándome su figura casi me vómito encima, es una imágen, asquerosa, sanguinaria.... Es un chico que parece haber salido de una carnicería, ya que su cuerpo y cabello están empapados de sangre por completo. Lo que me llama la atención es que al rededor de su cintura tiene un cinturón como de...

¿Tripas?

Cargaba un olor horrible, como a carne podrida.

—que carajos?. Apestas–le digo aguantando la respiración para no obtener ese horrible olor.

—y puedes estar segura que voy apestar más cuando tenga tu sangre encima de mi cuerpo, tus extremidades y tú cadáver en putrefacción es lo que va apestar más– me mira con ira —no lo crees?

Me me quedo quieta observando la risa macabra que empieza a crear, sus ojos no se apartan de los míos, me mira como si fuera un plato de comida, es horrible el ambiente, y el con ese olor más.

—Porque me haces esto!?— lo miro miró con agustina— no e hecho nada malo, soy una buena persona... Por favor.

—cállate!— me grita—me aburre la típica súplica de que los dejen vivir, y creeme que pierdes el tiempo y gastas saliva en eso—tensa la mandíbula.

De pronto se acerca a mi montándome, acción que me deja loca.

—Así que hermosa– toma una hebra de mi cabello suelto haciendo círculos con su dedo índice —si
quieres tener unos segunditos más de vida– hace una pausa pasando su lengua por mi oreja —guarda silencio y no me molestes.
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