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Detrás de unos barrotes, un demonio rojo suspiro y recargo su cara sobre uno de los fierros, su mirada transmitía tranquilidad, pese a su situación y estatus.

-¿Cuánto no hemos esperado para poder estar ahí?- soltó con nostalgia Banban. -Defender nuestra querida Francia, junto a los grandes mosqueteros reales.- de manera repentina, paso su brazo por la espalda de la araña azul y la acerco más a el. -¡Algún día estaremos ahí, yo lo sé!- exclamó con esperanza y entusiasmo, más sin embargo, la expresión de su contrario era de todo menos de emoción o siquiera alegría.

-No lo sé, Ban- dijo la araña azul. -hemos estado soñando con eso desde que tengo memoria, ¿cuánto tiempo más necesitaremos esperar para obtener la aprobación del capitán Flynn?- desvío la mirada con tristeza.

-Oh, vamos, Nabnab- el humanoide rojo agarro una de las manos del de menor estatura. -hay que tener algo de esperanza, con esos pensamientos negativos no llegaremos a nada. -le sonrió y de alguna manera logró que la araña ya no tuviera el ceño fruncido. -Los mosqueteros necesitan a alguien tan valiente como tú.

-Gracias- Nabnab cerró los ojos, en señal de tranquilidad. No sabía el cómo Banban lograba que con unas simples y dulces palabras todo su ser se sintiera en calma.

"¡Hey, espera un momento!"

La ave de color de color rosa volteo a ver al demonio rojo con el ceño fruncido. Este se encontraba junto a Nabnab, Toadster y Bittergiggle, este último solo estaba ahí por el chisme.

-¡Yo no actúo así, ni siquiera me cae bien Nabnab!- al terminar de decir eso, se cruzo de brazos y desvío la mirada hacia otra parte de la habitación. -No eres fiel a la vida real, Opila.- vio de reojo a la mencionada, el pájaro agarro un lápiz y, sin mucho esfuerzo, lo partió a la mitad.

-¡Oh, vamos, Banban!- exclamó el sapo. -Es solo una historia, no tiene que ser fiel a nosotros, se supuse que es para entretenimiento..., ahora deja de estar chingando y vete con tu novia.- exclamó de la manera más amable del mundo.

-¿Y usted qué hace aquí?- el humanoide de color rojo arqueo una ceja.

-¡¡DÉJENME CONTINUAR LA MALDITA HISTORIA, LO ÚNICO QUE QUIERO ES QUE ESTOS ENGENDROS DE SATANÁS SE DUERMAN!!- cuando Opila dejo de gritar, soltó un suspiro -Por favor.- al notar que ninguno de los dos dijo nada, sonrió. -Si gustan, pueden quedarse a escuchar la historia.

Fin del capítulo 1.

Olvide mencionar que algunos capítulos serán cortos o largos, dependiendo de mi estabilidad emocional.

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⏰ Última actualización: Jun 15 ⏰

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Garten of Banban: Los tres mosqueteros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora