Capítulo I: Un poema para maldecir

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Hace varios años vivo en este horrible faro a la orilla del mar, es algo inquietante mirar siempre ese maldito árbol... Un árbol de ramas que se enredan de una manera inquietante y grotesca, este árbol no sé por qué siempre mira por mi ventana, es como si el árbol fuese un hombre cubierto por esa horrible y espesa neblina, no sé porque siempre quiero cortar ese maldito árbol.

Pasando el tiempo del pensamiento, siempre sigo en mis labores como ingeniero del faro, el faro es pulido, es limpiado y su foco siempre es reemplazado, algo que me parece ingenuo hacer, ya que nunca pasa ningún navío o barco a este lugar; es como si este faro nunca existiera, algo horrible ya que el faro es como si me conectara con el árbol maldito; en mis sueños el árbol seguía mirando por esta ventana, una ventana asquerosa llena de óxido y de moho, con sus ventanales rotos en cada costado de él.

Mientras que pasa el tiempo mi visión de ese árbol formaba algo, es como si el agua tuviera vida, y se distorsiona en formas similares a rostros, es algo asqueroso, algo que me causa escalofríos en mi cuerpo; el árbol mira siempre mientras que esa agua se distorsiona el agua del pozo negro, es como si fuese que el mar fuera un testigo de todo.

El día en que mi mente se pregunta si de verdad. Esto es real, algo sin sentido a diferencia de la sombra de ese árbol que me hipnotiza, es algo horrible saber que mi mente se demacra al ver esas aguas oscuras y ese asqueroso árbol, algo que me hace preguntar si es que esto es otro sueño. Mientras que el paso de las horas se hace frecuente, el mar grita en sus olas; pero en la hora 14:00 el mar libera una bestia una sombra, pero no cualquier sombra es una sombra cubierta por las piedras, con una forma similar al de un sapo, un animal enorme tan grande como una persona con una piel escamosa y viscosa.

Algo que me hizo saltar hacia atrás al ver esa presencia; mientras que me volvía a levantar por el susto con quietud me asomo por la demacrada ventana, al momento de volver a ver la oscura presencia desapareció como si fuese una señal de mal augurio, al ser asi no volví a salir del faro.

En el momento que los días se hace semanas, la extraña visión se volvía una tenue pesadilla, es como si el mar gritase y evitase que yo saliera, mientras que seguía viendo ese árbol por alguna razón este parece que se moviera cada día, algo que me perturba; sus raíces rompen el suelo y se exponen al exterior como una enredadera cubre el suelo de tierra, era como si ese maldito árbol me estuviera buscando; es asqueroso saber que el cielo se ponga como el vacío más oscuro, pero eso no es el problema, el verdadero problema fue el asqueroso olor a cadáver en la costa, eso fue lo que me dio una sensación de un perturbador pensamiento. Era un cuerpo, pero este no era como el que he visto, era un ser de sin rostro con una piel gris pútrida, tambien en su espalda tenía unas protuberancias asquerosas.

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⏰ Última actualización: Nov 27, 2023 ⏰

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