Sin Compromiso
Disclaimer: Slam Dunk no me pertenece. Esta historia es escrita sin ánimos de lucro, sólo por diversión.
— ¡Hanamichi Sakuragi! — gritó la joven de cabellos ondulados, el aludido se giró ya pensando en el abanico que le llegaría a su cabeza, se acercó a ella lo más rápido posible. Ella de brazos cruzados esperando que su “aprendiz” continuara con el dribleo básico ya que el pelirrojo se empecinaba en practicar clavadas.
— lo sé, lo sé— en tono derrotado sin ganas de practicar lo básico. Se sentía muy frustrado, y ver al zorro de Rukawa haciendo sus grandiosas jugadas en las prácticas se enfrascaba en rabia y envidia. Quería superarlo, ser mejor que él, que Haruko lo reconociera y tener un club de fans. Ok tenia envidia de Rukawa, a este paso se le adelantaría e incluso, quizás el maldito ya dio su primer beso y él ni siquiera llegaba a eso. — Maldito Rukawa quizás hasta ya te has besado con otras chicas y yo no…— mascullaba entre dientes dribleando la pelota de mala manera e imaginando miles de escenarios, sin embargo el pelirrojo no se percató que Ayako, la manager del equipo escuchó algo que le llamó la atención.
La muchacha se acercó sigilosamente al pelirrojo, y éste asustado por la inesperada presencia de la manager cayó al suelo rodando la pelota por su lado. Ya todos en el gimnasio se habían retirados, y como petición del profesor Anzai, se pidió a Hanamichi quedarse después de las practicas realizar los ejercicios básicos supervisados por Ayako.
— ¿Así que estás ansioso por tu primer beso? — en tono meloso y cerrando los ojos de forma graciosa y picara. El aludido se sonrojó, tal cual como su cabello.
— No es eso…no sólo decía por decir… este gran genio ha besado muchas chicas, hahahahaha— haciendo su postura de triunfo, pero sabía Ayako que mentía.
La chica de cabellos ondulados sacó su gorra dejando libre su cabello haciendo un movimiento sensual, cosa que Hanamichi se sonrojó. No le gustaba Ayako, pero la encontraba muy bella y le tenía respeto, además es el objetivo amoroso de su amigo Miyagi, así que ni modo de verla de otra forma, en su corazón estaba Haruko; sin embargo siendo hombre no podía sentirse indiferente al comportamiento inusual de Ayako. Ella nunca había estado con él. Sin tener una razón de ser, comenzó a retroceder quedando el muchacho de un metro noventa de estatura acorralado en la muralla del gimnasio y una joven poniéndose de puntas y rodeando sus brazos en el cuello del pelirrojo, quien éste la miraba pasmado, como un sueño, como algo que jamás cruzaría por su mente. La joven le sonrió adivinando todo lo que pasaba por la cabeza del problemático pelirrojo.
— Hanamichi Sakuragi te voy a enseñar a besar, sin compromiso para que te transformes en el genio de los besos, no lo contarás a nadie y yo tampoco— terminó mirando fijamente los castaños ojos de Hanamichi sorprendido por su superiora Ayako. Estaba tan atónito que no logró articular palabra alguna, lo más gracioso que la manager de Shohoku le pide en gestos que se incline debido a su altura y muy obediente éste lo hizo. Ayako toma el rostro de Hanamichi posando sus labios sobre el shokeado jugador número diez de Shohoku.
EL ex pandillero sintió una suavidad en sus labios, a medida que pasaban los segundos el beso se iba profundizando probando los labios y sabor de la joven, comenzó a sentir calor en su cuerpo e inevitablemente sus manos tocaron el pequeño cuerpo de Ayako tocando y conociendo de cerca a una mujer, Hanamichi en su intento de profundizar el beso, una Ayako experimentada succiona la lengua del pelirrojo realizando una pequeña batalla de lenguas, a lo que el pelirrojo, si bien la respetaba en los entrenamientos y en la escuela, esta vez no, quería ganar esa batalla de besos. Tomó el rostro de la mujer y comenzó a succionar los gruesos labios de la muchacha, que dentro de sus más deseos profundos siempre los encontró sensuales, como ella misma, esa seguridad avasalladora que cohibía al equipo de Baloncesto, hasta que la imagen de Ryota se cruzó por su cabeza deteniendo su intento de seguir avanzando… Ayako perpleja sólo se limita alejarse y observar al principiante Hanamichi Sakuragi difuso.
— Ryota es mi amigo él…tú— no sabía qué decir, pero empezó a sentirse culpable desmoronándose en el suelo.
— No eres culpable de nada Hanamichi Sakuragi— se agachó tocando el rostro del pelirrojo. — yo empecé, sé lo que Ryota siente por mí, pero yo quise hacer esto, quizás fue espontaneo, no lo pensé. Me pareces un muchacho tierno y gentil y fue un impulso un deseo quizás oculto en mi — cerró sus ojos suspirando tocó su ondulado cabello para volver amarrarlo con su cinta. — Esto fue sin compromiso— culminó alejándose de él antes de dejarlo a solas, le sonrió coquetamente cerrando un ojo.
El pelirrojo la miraba asombrado, sintió las puertas cerrarse y quedando sentado e instintivamente llevó sus dedos a sus labios sonrojado.
“sin compromiso” pensó.Notas de autor:
La verdad nunca se me había ocurrido de esta pareja, pero viendo nuevamente slam dunk Ayako en algunos episodios comentaba lo tierno y gentil que era hanamichi y se me ocurrió esta idea.