Capítulo 11. Visión

295 38 11
                                        


Antes de comenzar con el capítulo, debo aclarar que, a partir de aquí, la historia tomara un rumbo diferente, eso era todo, así que disfruten del capítulo.

Narra Suletta:

--¿Qué pasa Miorine?... ¿Por qué lloras?... Gane, ¿cierto?...

No supe que sucedió después de ese incidente.

A quién engaño. Me confié demasiado... Pensé que ganaría esta vez. ¡¿Acaso estoy muerta?!

--Todavía no es hora.

¿Eh?, ¿Quién eres?

Entre la oscuridad, se presentó ante mis ojos una extraña luz brillante.

--Una nueva amenaza está por venir, será mejor que estes preparada.

¿Amenaza?, ¿Qué eres?

--No puedo decírtelo, ahora regresa.

¡Espera!

(...)

Abrí mis ojos rápidamente como si fuera alguna clase de pesadilla. No sabía dónde estaba exactamente. Tampoco mis cosas. Solo sé que mi abdomen estaba cubierto por vendas.

Suletta: ¿En dónde estoy?, ¿Esa visión era...?

--¡Suletta! – reconocí esa voz lejana decir mi nombre.

Era la princesa, inmediatamente se lanzó sobre mí con lágrimas en los ojos.

Miorine: ¡Al fin despertaste! ¡Me diste un gran susto, idiota!

Suletta: Lo siento. Te cause muchos problemas después de todo. – sonriendo.

Miorine: ¡No lo vuelvas hacer!

Suletta: De acuerdo.

Miorine: Me alegra verte de nuevo. – dejo de sollozar.

Suletta: Gane después de todo, ¿no?...

Su silencio me dejo mucho que decir.

Suletta: ¿Qué sucede?

Miorine: Lo siento. Todo esto es mi culpa... Te puse en peligro de muerte.

Suletta: ¡No! ¡No es tu culpa! ¡Estoy bien!

Miorine: Ganaste... Pero que pusieras en riesgo tu vida me hace sentir culpable.

Suletta: ¡Te equivocas! ¡G-Gané esta batalla porque te lo prometí! ¡No cargues con esa culpa tu sola!

Ella me beso antes de que pudiese decir otra palabra, aunque no lo dijera, este beso fue solo como una disculpa.

---Miorine-san... -a decir verdad, se sintió bastante bien. Un beso cálido.

Miorine: De ahora en adelante, prométeme que no morirás.

Me abrazo con fuerza ocultando su rostro en mi hombro.

Suletta: Si, lo prometo. Pero, puedo preguntarte algo, Miorine san...

Miorine: Si.

Suletta: ¿Qué ocurrió con Guel?

Miorine: Fue exiliado del castillo.

Suletta: ¡¿Exiliado?!

Miorine: Las reglas eran simples y Guel cometió un error. Casi te mata.

Suletta: Pero sigo viva. Suena cruel que hayan hecho eso.

𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐛𝐚𝐥𝐥𝐞𝐫𝐨 𝐑𝐨𝐣𝐨 𝐲 𝐋𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 - 𝐒𝐮𝐥𝐞𝐌𝐢𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora