🌻 ⃟᮪〭۬̇〬⃟˖⸱You need some flowers | Zenitsu Agatsuma 🌼

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Sigo sin encontrar los separadores

Gratitud

-¡Vamos Yoriichi! ¡Nos han dicho que el demonio que buscamos está en esa aldea! -grité mientras señalaba el camino.

Él me observó en silencio mientras a su lado iba su hermano, viajar con ellos me es un poco aburrido, horas y horas de camino en silencio. No era igual que viajar con mis demás compañeros, pero, por alguna razón, varios de ellos han caído gravemente enfermos en estos últimos meses.

Cazar demonios, a esto había estado dedicando mi vida durante los últimos años, desde mi primer encuentro con Yoriichi supe que las cosas en la organización darían un tremendo cambio, tal vez y con él podremos dar fin a este problema.

Tal vez, y por fin podríamos dar fin a Muzan.

La noche cayó rápidamente, pero al menos fue indulgente con darnos tiempo de llegar a la aldea antes de que la oscuridad lo cubriera todo, acampamos en silencio mientras esperábamos alguna señal para actuar.

Por el camino escuché una rama crujir, y mis reflejos se activaron, desenvaine mi espada y me arroje contra ese ser, dispuesta a acabar con el problema de una vez, rara fue mi sorpresa al descubrir que se trataba de un joven mozo de cabellos castaños y ojos claros brillantes, quedé deslumbrada al hacer contacto visual con él.

Pero él, el pobre temblaba de miedo, pude ver que a un costado de él había una katana, me tomó nuevamente por sorpresa que él era uno de los nuestros que había venido también por la noticia de un demonio en la aldea.

le dejamos quedarse con nosotros.

Luego de varios días de acampar cerca de la aldea, el demonio pudo revelarse y no estaba solo, al fin pude dar rienda suelta a la cacería contra esos engendros, años y años de dedicarme a esto, había perdido el miedo a estos seres y con ello también la emoción.

Pero había algo que podía seguir sintiendo, odio. No tenía ningún tipo de piedad contra los demonios, por culpa de ellos estoy en este lugar, por culpa de ellos debo cargar con esta condena.

No, la culpa no es de los demonios, ellos no provocaron esta condena, la culpa es de Muzan y todo lo que provenga de él debe ser eliminado.

Y mientras los demonios sigan atormentando a los humanos por culpa de él, yo seguiré con este camino, derramando la sangre de ellos con mi espada.

Ese joven cazador que nos encontramos era lo suficientemente inexperto como para tener que salvarle el pellejo en múltiples ocasiones, él quedó deslumbrado por mi talento con la espada y con la habilidad que evadía los ataques de la bestia, pero supongo que tambien quedo un poco abrumado con la brutalidad con la que acababa con los demonios, como mi rostro y mis manos terminaban manchadas de sangre.

Pero aun así, me gané su admiración, y desde ese día se convirtió en mi compañero.

Así conocí a mi esposo, y su nombre era Hyaku.

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-¡GENYAAAA! ¡HERMANITO!

Ese grito me hizo volver a la realidad. Al voltear me encontré con Sanemi gritando a todo pulmón, mientras estaba frente a su hermano, me acerco lentamente y mis ojos se abren aún más con horror, estaba cortado por la mitad verticalmente.

La cantidad de sangre perdida era inimaginable, Sanemi no dejaba de gritar y llorar por la desesperación.

-Nii-san... -murmuró Genya con mucha dificultad