La tranquilidad de Maplewood Ridge se quiebra cuando Charles Evans, hijo del alcalde y estudiante brillante de Yale, regresa a casa para descubrir un oscuro misterio que amenaza con desvelar los secretos ancestrales del pueblo. Con un asesinato maca...
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"𝐸𝑙 𝐿𝑙𝑎𝑚𝑎𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑅𝑜𝑚𝑝𝑖ó 𝑙𝑎 𝑅𝑢𝑡𝑖𝑛𝑎"
Mientras empacaba mis cosas para regresar a casa, intenté ignorar el sofocante calor del verano que llenaba mi habitación. Había estado esperando este momento durante meses, el regreso a Maplewood Ridge, el tranquilo pueblo donde había crecido. La brisa fresca del lago Crystal y el canto de los pájaros eran mi antídoto contra el estrés de la vida en la Facultad de Medicina de Yale.
Mi madre, Elizabeth, directora del único colegio en Maplewood Ridge, había hablado emocionada por teléfono acerca de la cena de bienvenida que planeaba para mi regreso. El sol caía lentamente en el horizonte, pintando un mágico cuadro a través de mi ventana abierta.
Entonces, mi teléfono celular sonó, rompiendo la quietud. Era mi hermana menor, Lilith. Su voz temblorosa y agitada transmitió la noticia que cambiaría mi vida: el asesinato de Emily. Mi corazón se apretó en mi pecho, y la sensación de culpa me invadió de inmediato. Si tan solo hubiera estado en casa en lugar de estudiar en Yale, ¿podría haber evitado esta tragedia?
Traté de calmar a Lilith, prometiéndole que regresaría a casa lo antes posible. Cerré la llamada y me quedé allí, aturdido, contemplando las sombras que caían sobre mi habitación.
Mis pensamientos se desviaron hacia el pasado, hacia mis amigos de la infancia, Norman Williams y Adelaine Miller. Éramos inseparables, un trío que exploraba los bosques, nadaba en el lago Crystal y compartía secretos que solo los niños podían entender. Pero algo había sucedido, algo que había roto nuestra amistad. No podía evitar pensar que tal vez los secretos de Maplewood Ridge, los mismos secretos que ahora amenazaban con desgarrar la comunidad, habían jugado un papel en nuestra separación.
Recordé nuestras risas en el lago Crystal, la sensación de libertad al sumergirme en sus aguas cristalinas, la brisa fresca acariciando mi rostro. Siempre había sido mi refugio, el lugar al que corría cuando necesitaba escapar de la realidad.
Pensando en mi madre, Elizabeth, me sentí impulsado a llamarla. Extrañaba su cálida voz y su sabiduría. Mi corazón se aceleró mientras marcaba su número, y cuando contestó, una sonrisa se formó en mi rostro.
Hablamos durante mucho tiempo, compartiendo recuerdos, risas y palabras de aliento. Elizabeth me recordó que no podía cargar el peso del mundo sobre mis hombros y que debía centrarme en encontrar la verdad detrás del asesinato de Emily sin culparme. Sus palabras eran un bálsamo para mi alma, y me recordaron por qué Maplewood Ridge siempre sería mi refugio, un lugar donde la familia y la comunidad eran pilares de apoyo en momentos de crisis.
Después de la conversación con mi madre, mesentí renovado y decidido a regresar a Maplewood Ridge. Había una verdad quenecesitaba descubrir, y la historia de Emily y mi comunidad dependía de ello.Guardé mi teléfono, terminé de empacar y me dirigí hacia mi antiguo hogar, listopara enfrentar las sombras que se cernían sobre el pueblo y descubrir la verdaddetrás de este oscuro misterio.
