unico

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el lindo rubio se había despertado con un puchero en sus labios de corazoncito.

su novio no estaba a su lado. no habia nadie para que lo abrazara con esos brazos trabajados y le diera su besito de buenos días.

⎯¡checo! ⎯llamó en voz alta al pelinegro. pero no obtuvo respuesta.

con el ceño fruncido se dirigió a la sala a buscar a sergio.

y claramente allí estaba; en su escritorio enfrente de la computadora, un short, un hoodie, el cabello despeinado y los ojos algo hinchados, seguramente habia estado ahí desde temprano.

⎯checo ⎯volvió a llamar pero ahora practicamente a unos metros del nombrado, con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

⎯buenos días solecito ⎯sonrió.

perez pausó el juego, mirando a su novio con cierto deseo y una sonrisa lasciva; esa linda falda púrpura pastel, una camisa ancha pero a la vez corta que dejaba ver sus clavículas y uno que otro chupetón que muy probablemente fue dejado la noche anterior.

⎯¿qué tienes, lindo? ⎯sergio se levantó de la cómoda silla aún con la sonrisa, se acercó a max y delicadamente le iba a dar un beso, pero no contaba con que el menor lo apartara suavemente.

⎯ya no despiertas a mi lado, checo. eso no me gusta ⎯dijo el rubio con un lindo puchero en sus rosaditos labios, mirando a su novio a los ojos.

sergio lo tomó por la cintura y por inercia max enredó sus brazos en el cuello ajeno, enterrando su cabecita allí.

⎯corazon, lo siento, si?⎯ levantó el mentón del contrario dejando un besito en su nariz ⎯solo queria mantener mi racha, además aproveche y te compre fresas con chocolate.

a max le brillaron los ojitos dejando varios besos en los labios contrarios.

⎯¿enserio? ⎯sergio asintió ⎯ ok, te perdono pero por favor no me vuelvas a dejar solito ⎯dejó un sonoro beso en la rellena mejilla de sergio y sonrió en grande para abrazarlo más fuerte.

el pelinegro lo levantó del suelo y max rapidamente enrolló sus piernas en el torso de su novio mientras lo besaba con más intensidad.

max se separó luego de unos minutos, sonriendole a el mayor para luego bajarse de sus brazos.

se dirigió a la cocina por medio de pequeños saltitos que dejaban ver sus bragas, dejando a sergio con ganas de todo.

sin más remedio, el pelinegro se volvió a sentar en su silla para luego reanudar su partida. capaz asi se le pasaba la calentura.

un tiempo después llegó max con un tazón, el cual contenia las dichosas fresas, y se sentó al lado de su novio.

aunque primero las dejó en la mesa de centro un momento, quería disfrutar de la vista.

a veces le entretenia verlo jugar. no tenia problema con eso.

bueno o tal vez si tenia un pequeño problemita... pero nunca le habia dicho a sergio.

siempre que se dedicaba a mirar a su novio jugar no podia parar de mirar sus manos, en especial sus dedos.

los movia tan rápido y ágilmente que solo podía imaginar como sería sentirlo en su coñito.

sonaba algo obsceno pero le era inevitable pensar algo asi, y menos con un novio tan caliente...

a veces se masturbaba con sus deditos, pero eran muy pequeños! dos deditos suyos era como apenas la mitad de un dedo de sergio.

y si, era muy obvio que ya ambos han follado vaaarias veces, pero max quería correrse solo con los dedos de su novio. era una fantasia sexual, pero le daba algo de pena decirsela al pelinegro.

joder, vaya que enserio quería sentir esos largos y algo gruesos dedos entrando y saliendo en su apretada y mojada entrada. gimiendo fuertemente cerca del oído de su novio y-

⎯lindo, estas bien?⎯habló sergio algo preocupado por el gemido que el contrario soltó de repente.

y vaya que su estado no era el mejor, su ojitos habian estado cerrados con fuerza, con sucias imagenes mentales rondando por su mente. sus labios estaban más rojizos de lo normal, ya que habia estado mordiendolos y pasando su lengua repetidas veces.

estaba muy mojado, solo apretaba sus piernas en un intento de parar, pero le era imposible!

y la cereza del postre, se le habia escapado un gemido, al lado de sergio

dios, estaba expuesto...

⎯s-si checo, estoy muy b-bien⎯ mierda, pensó al tartamudear ⎯voy a ir a mi habitación.

max se levantó, hecho un desastre debajo de su falda, pero aún asi lo hizo y al momento de dar un paso una gran y venosa mano lo detuvo.

claramente era sergio, pero este lo tomó bruscamente de las caderas y lo sentó en su muslo derecho, el cual estaba descubierto.

al ambas pieles hacer contacto en medio del silencio se oyó un chapoteo, un sonido chicloso y érotico. claro, lo mojado y caliente que estaba max chocó en la suave y fría piel de sergio, este sintiendo todo.

⎯vamos bonito, dime ¿por qué estás tan mojado? ⎯habló el pelinegro con un tono burlón, toqueteando los muslos de max.

pero el rubio estaba tan sumido en sus fantasias y deseos que nisiquiera respondió, solo estaba ocupado restregandose desesperadamente en el muslo de su novio. gimiedo suavemente mientras apretaba sus manitas en el firme pecho de sergio.

⎯por dios, mira lo desesperado que estas ⎯le acarició la mejilla con fingida inocencia⎯ que ganas de que te meta los dedos, no es así, puta?⎯ dijo cerca de el oído ajeno.

max asintió freneticamente. su jodida fantasia se iba a cumplir y vaya que estaba ansioso.

⎯¡si! ⎯dijo en un alto gemido, dando saltitos en la pierna de sergio ⎯quiero correrme con los dedos de michel, p-por favor ⎯sacó la lengua, dandole a su novio la vista de un bonito y malditamente caliente ahegao.

sergio dió un apretón en el trasero contrario y levantó con delicadeza la falda púrpura para luego relamerse los labios y besar salvajemente a max.

⎯que jodido desastre tenemos aquí ⎯dijo refiriendose a las bragas completamente mojadas y a el liguero que apretaba deliciosamente el muslo del rubiecito.

el rubio hizo a un lado la ropa interior y gracias al lubricante natural, su novio logró meter un dedo sin previo aviso, arrancandole un gemido agudo y fuerte a max.

dios, le encantaba como era tan sensible ante solo sus dedos.

metió dos dedos para sacarlos y volverlos a ingresar rudamente, con su mano libre jugando con la bolita de nervios.

mich-michel~

sergio estaba disfrutando de la hermosa vista que tenia enfrente, por cierto, vaya que max sabia hacer expresiones calientes.

luego de un tiempo, ya habian cuatro dedos en el rosado coño del rubio, el cual gemia como si no hubiese un mañana.

hasta que sergio bajó la cabeza y dió unas cuantas lamidas, max se corrió escandalosamente en un gran squirt sobre los dedos de su novio y parte de su cara.

y el pelinegro terminó tambien por correrse en su short, ante esa vista le fue imposible.

max abrió los ojitos, sonrojado hasta las orejas y con una sonrisita de placer en su bonito rostro. se incorporó y beso dulcemente a sergio, para luego pasar sus brazos por el cuello ajeno.

⎯gracias por siempre cumplir mis fantasias, checo ⎯habló de forma melosa en el oído de sergio, recibiendo un tierno abrazo por parte de este.

⎯gracias a ti, bonito. ahora si me dejas jugar..? ⎯sonrió.

⎯ay checo, quien te dice que no ⎯rió para sentarse sobre su novio y disfrutar de la vista.

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