Contiene lenguaje vulgar y contenido no apto para menores. (Luego no digan que no se los advertí). Recordemos que la historia es un Fanfic y sirve sólo como entretenimiento.
Las imágenes no me pertenecen y tampoco los personajes, el crédito va a sus...
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─ ¿Por qué siempre tienes que ser tan negativa? ─ Habló su madre con enojo. ─ Siempre es lo mismo contigo, si no te gusta sólo vete. Si eso es lo que quieres hazlo, por nosotros no te detengas, aquí nadie te lo impide.
La chica simplemente continuo escuchando las críticas de su madre sentia una enorme impotencia y frustración dentro de si. Su calido y frágil corazón se rompía lentamente cada día que pasaba.
Su madre siguió quejándose y criticando su actitud sin pensar en todo el dolor que causaba en su hija. Aquella pobre chica que había tenido que madurar rápidamente gracias al descuido de su madre y la poca atención que le brindaba.
Siempre era comparada con otras personas incluso con sus propios hermanos. Aún así permaneció en silencio intentando no derramar ninguna lágrima, intentando que aquellas duras palabras no se quedarán en su mente por más tiempo del necesario.
─ ¿Entonces que quieres? Nunca te ha faltado nada para comer, ni ropa que vestir o algo de calzado. Pero, aún así a ti no te importa.
Era cierto, pero ella también quería atención maternal. A su niña interior le dolía ver cómo su madre había cuidado de una forma más cariñosa y con cuidado a sus dos hermanos menores. En cambio, a ella y a su hermano mayor les había tocado una madre bastante distante y mucho más dura.
Ahora ella tenía el papel de hermana mayor, porque, su hermano había decidido marcharse tan pronto como pudo disculpándose por no poder llevarla con él. Aún así, no lo culpaba.
Su madre siempre elegía ocasiones específicas para reclamar aunque sea la más diminuta cosa y siempre era cuando todos se sentaban en la mesa para comer. No importaba si era el desayuno, almuerzo o cena, siempre había algún reclamo que terminaba en gritos.
─ Ya basta, sólo dejala que desayuné. ─ Su padre siempre trataba de mantener la paz en el hogar.
─ No te metas mientras la regaño, por eso es así.
Cansada de todos sus gritos y reclamos se puso de pie dejando su comida a la mitad. Dejo el plato en el fregadero y se marchó a su habitación.
─ ¡Lo ves! ¡Siempre es lo mismo!
Pasaron algunos días y su madre nunca se disculpo en realidad sólo continuo con su vida como si no hubiera hecho nada. Por otro lado, (___) comenzaba a pasar menos tiempo en casa salía temprano y regresaba al anochecer.
Prefería estar afuera en cualquier otra parte a seguir soportando los gritos de aquella mujer. Aún así, eso no evito que siguiera quejándose, como en el tercer día cuando su madre la esperaba en la entrada bastante molesta.
─¿Y tú quien te crees que eres? Te vas por la mañana y no avisas, te vas todo el día y llegas cuando quieres.
─ ¿Necesitas que haga algo?
─ Dime, ¿Qué haces afuera todos los días? Sólo te la pasas en la calle con esos vagos.
─ ¿Y entonces que quieres que haga? Estoy aquí te molesta, salgo te molesta.
Aquella mujer ignoro el comentario y siguió alegando mientras seguía a la joven hasta su habitación intentando encontrar cualquier desperfecto en el lugar. Pero, estaba limpio.
─ Al menos, avisa a dónde vas.
Bastante harta de la situación decidió aplicar para una universidad en otra ciudad, sin decir nada simplemente hizo el viaje con ayuda de algunos amigos.
Por suerte, todo su esfuerzo había valido la pena y aprovechando que próximamente serían vacaciones decidió buscar un lugar donde vivir y un trabajo.
Al principio fue más difícil de lo que había imaginado pero, aún así estaba orgullosa de decir que trabajaba y estudiaba al mismo tiempo.
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° ° °
Nueva historia con nuestro lindo Satoru.
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