Odio esa sonrisa que se forma
en tu rostro cada que te pregunto
como estas, como va tu vida,
porque mientras yo estoy aquí
preocupado pensando en ti,
queriendo saber de ti,
tú sólo estas ahí lleno de soberbia,
creyendo que jamás me perderás,
con esa sonrisa que no dice nada,
pero que me demuestra
que la única razón por la que sigues aquí,
es para llenar tu ego
con mi amor.