MULTIFANDOM SHOTS (1)

"LET ME GO!, YOU FUCKING PHYSCHO"

📍AVISO, ESTE SHOT CONTENDRÁ SPOILERS DE LA PELÍCULA "BAD SAMARITAN", LEE BAJO TU RESPONSABILIDAD📍

Sam sabía que tenía que ser una puta broma. Desde que Nino la contrató como valet en su restaurante, se había dedicado a aparcar los coches de los clientes en el aparcamiento dos calles más allá de donde estaba el restaurante. En realidad no los aparcaba, aprovecha mientras el dueño cenaba para ir a su casa con su coche y ver si había algo que mereciera la pena robar.

Aquella noche no había sucedido nada interesante, pero cuando vio un Maserati deteniéndose frente a la entrada del restaurante, creyó que era un regalo del universo. Un hombre moreno se bajó del vehículo con el móvil pegado a la oreja. Tenía la apariencia de un hombre de negocios y su manera de hablar daba a entender que era una conversación importante.

-Si transfiérelo a las Caimán - decía mientras le daba las llaves a una azorada Sam, chasqueó la lengua mientras el otro seguía hablando- joder Mark no me pongas putas excusas de mierda, hazlo y ya está joder -se separó un momento el auricular y se detuvo para observar a la joven valet- 

Su mirada paseó entre sus ojos y las llaves que sostenía en la mano antes de hablar 

-No lo ralles, y hazme el favor de no aparcarlo debajo de ningún jodido coche ¿Está claro? -preguntó bruscamente, ella asintió-

-Como el agua, señor -respondió esta, y el entró al restaurante-

Sam realizó la misma operación que hacía siempre. Se subió en el coche y condujo hasta la casa del dueño. Tenía la dirección metida en el gps, así que no fue complicado encontrarla. Era una pequeña mansión de dos plantas situada a las afueras de la ciudad. Le pareció un lugar bastante fuera de lo común para una persona que parecía tener tanto dinero como él, aunque bien era verdad que ella no era nadie para juzgar, ya que tenía 30 años y seguía viviendo en casa de su madre.

Resopló y aparcó el coche en el garaje tras abrirlo con el mando que estaba dentro de la guantera del vehículo. Abrió la puerta con facilidad con ayuda de un clip para el pelo. 

-Bien, veamos que guardas aquí dentro tío Gilito -susurró adentrándose en la oscuridad-

Encendió la linterna del móvil para ver mejor y apuntó hacia delante, donde vio unas escaleras que iban a la segunda planta. Subió y se encontró con una puerta cerrada con su propio cerrojo. Hizo el truco del clip y entró. La habitación estaba en penumbra, únicamente estaba iluminada por el brillo blanquecino de la pantalla del ordenador que había sobre la mesa.

-Veamos que tienes para ofrecer -murmuró mientras tecleaba en la barra de búsqueda de archivos- 

Avanzó hasta una carpeta que ponía "imágenes", la abrió y lo que vio allí la dejó traumatizada. Había fotos de una chica encadenada a una silla con cuerdas de cuero y una bola negra en la boca, como si fuera un puto animal. Trató de calmarse e insertó un lápiz de memoria para copiar las fotos. Tenía que ir a la policía, seguro que ellos podrían rescatar a la chica fuera quién fuera.

De repente la luz se prendió sola, a pesar de que no había oído ningún interruptor. Fue entonces  cuando se dio cuenta, de que las luces se encendían por control remoto, ya que no había ni un solo interruptor en ninguna de las paredes. 

Eso significaba que debía haberlas encendido él desde su móvil. O se abrían encendido debido a la proximidad del dispositivo respecto a la casa..., al darse cuenta de ello se giró poco a poco hasta encontrarse con la figura del hombre al que le había recogido el coche. Por poco se cae de culo al suelo.

No fue capaz de hablar, sus ojos la miraban con intensidad. 

-Vaya ¿Quién iba a decirlo? Eres una pequeña ladrona -escupió acercándose a ella- alguien tendrá que enseñarte modales 

La agarró por las caderas y ella pataleó con todas sus fuerzas. Las lágrimas empezaron a correr por su rostro mientras el hombre la ataba a una silla tal y como estaba la chica de las fotos.

-¡SUÉLTAME PUTO PSICÓPATA! -gritó tirando de las ataduras de sus muñecas- ¡HE DICHO QUE ME SUELTES JODER! -miró al exterior desesperada- ¡QUE ALGUIEN ME AYUDE, POR DIOS VA A MATARME!

-Lo haré -confirmó este arrodillándose frente a ella, esta sollozó con fuerza- pero antes vas a aprender a comportarte ¿De acuerdo?

Asintió y el sonrió como si hubiera ganado la puta lotería 

-Buena chica -dijo levantándose y yendo hacia la puerta- todavía es pronto, dentro de media hora te traeré la cena -afirmó- y te la vas a comer 

Cerró la puerta con llave y Sam lloró con más fuerza, rezando porque alguien la encontrara y la sacara de allí.