Shinazugawa Sanemi [Long Shot] 1/2

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Sanemi × OC femenino
Advertencia: violencia gráfica

Sugerido leer con la voz de:
ALONDRA HIDALGO

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Desde que entró en la Cofradía de Cazadores de Demonios, Misato solo tenía una cosa en mente: ser útil.

No recordaba mucho de su infancia, hasta el momento en el que comenzó a trabajar en la casa de una familia adinerada en la zona de Asakusa. No tenía libertades; era maltratada por el señor Yoshitomi y su esposa, mientras que los hijos de la pareja le gastaban bromas y hacían travesuras para luego culparla y ser castigada.

Por eso, se sintió aliviada cuando, en una encantadora noche de primavera, una criatura feroz irrumpió en el recinto y atacó a los cuatro integrantes de la familia. No sabía qué era, tampoco el por qué o el cómo llego ahí, sin embargo, cuando el animal se volteó y se aventó en contra de ella no sintió temor. A pesar del abuso dentro de esa casa, tenía el pensamiento de que era el único lugar en donde podría trabajar a cambio de asilo y comida; era de baja estatura y delgada, así que se resignó a morir con ellos esa misma noche.

Los gruñidos de la bestia cesaron antes de siquiera tocarle un pelo. Gracias a la luz de las velas observó la cabeza de un hombre rodar hasta el lugar en donde se encontraba arrodillada. Le sorprendió más el hecho de que, aun decapitado, aquel tipo continuó hablando y quejándose, dejándola ver sus enormes colmillos y sus pupilas alargadas como las de un gato. Mientras él se convertía en cenizas, Misato se percató de la presencia de una tercera persona. Era una mujer, de estatura media, su largo cabello negro caía sobre sus hombros y cubría su espalda, estaba peinado con un adorno doble de alas de mariposa, de colores rosa y verde; sus ojos eran rosas como las flores de sakura y sus labios estaban teñidos de rojo, mismos que se curvaron en una sonrisa reconfortante para la joven.

Ignorando las cenizas esparcidas por el suelo de aquel hombre, la mujer con el haori de alas de mariposa se acercó con cautela y se arrodilló frente a la chica. Pudo ver sus ropas sucias y bañadas en la sangre de las cuatro víctimas, lucía desnutrida, débil, en sus ojos grises no existía brillo alguno y su rostro expresaba tristeza pura. Sus cabellos negros eran tan delgados que podía ver parte de su cuero cabelludo, de inmediato se preocupó.

—Pequeña, ¿qué te sucedió? —preguntó la mayor —¿Por qué estás en éstas condiciones? ¿Ellos eran tu familia?

No, para nada...

—Lo lamento, si hubiera llegado antes podría haberlos salvado.

No, de alguna manera se lo merecían, pensó Misato.

—Tranquila, ahora estás a salvo. Soy Kochou Kanae, Pilar de la Flor. Dime linda, ¿cuál es tu nombre?

—Misato. Hanamori Misato.

—Misato, todo estará bien a partir de ahora.

Y así, la Pilar de la Flor la tomó bajo su cuidado, llevándola a la Finca Mariposa. Junto con su hermana Shinobu pronto formaron una familia, y meses después adoptaron a una niña de nombre Kanao.

Las hermanas Kochou le enseñaron todo lo necesario sobre los demonios, seres que viven en Japón desde hace más de un milenio y que se alimentan de la carne y la sangre humanas, también le explicaron el trabajo de Cazador de Demonios. Al principio se sorprendió, pues consideraba a aquel demonio su primer salvador y no creía que hicieran tales atrocidades. Tal vez sentía algo de culpa por esa idea, y por sentir satisfacción por el doloroso deceso de sus empleadores.

Misato permaneció en la Finca como huésped, hasta que, temiendo que si no era útil la iban a castigar, decidió entrenar con Kanae para convertirse en una cazadora.

Kimetsu no Yaiba [One Shots & Long Shots] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora