MIL MANERAS DIFERENTES

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***LEE KNOW***

Habían tardado en llegar a su casa unos 25 minutos, y en todo el trayecto, Minho no había soltado la mano de Hyunjin.

- Hyunni, despierta, ya hemos llegado. - Le dijo Minho a su amigo dándole un pequeño apretón en el brazo.

- Hyung creo que no me encuentro muy bien.- Contestó Hyunjin con los ojos aún cerrados. Estaba muy pálido.

- Ven vamos, yo te ayudo, espera aquí no bajes, ahora te cojo. - Dijo Minho bajando del coche. Fijó la vista en la calle,no había ni un alma. Se trataba de un barrio muy tranquilo y dio gracias por ello.

- Disculpe joven... ¿necesita ayuda? - Contestó el taxista mirando por el rabillo del ojo con preocupación a los dos jóvenes. - Parece que su amigo no se encuentra muy bien.

- Oh no, no, no hace falta gracias. - El mayor rió negando con la cabeza nervioso. - Mi amigo tomó unos tragos de más, pero todo está bien no se preocupe. - aseguró mientras hacía una doble reverencia forzada.

Minho abrió la puerta del lado de Hyunjin y lo agarró por los costados. Le costó sangre y sudor cargar con su amigo, este era un completo peso muerto y subir las escaleras de su casa no ayudaban en el proceso. Al llegar a la puerta de la entrada, Minho pudo escuchar pequeños maullidos. Sabía que era Soonie, era el único que se dignaba a recibirle cuando llegaba a casa.

-  Minho creo que voy a vomitar. - Dijo Hyunjin tapándose la boca mientras su cuerpo pegaba pequeños espasmos por las arcadas.

-  No Soonie ahora no, luego. - Le dijo Minho al gato mientras lo apartaba con ternura encaminando a Hyunjin con rapidez hacia el baño.

Cuando abrió la puerta del baño, el menor no tardó ni medio segundo en abalanzarse sobre el inodoro. Empezó a vomitar, fuerte, tanto que su cuerpo no lo soportaba, llorando por el sobreesfuerzo. Su cuerpo estaba tiritando y calado de sudor. Minho lo acompañó en todo momento, arrodillándose detrás de él, mientras lo ayudaba sosteniendo su cabeza y apartando con delicadeza los largos mechones rubios que se arremolinaban en su frente.

- No... No puedo más... - Sollozó un agotado Hyunjin, que se aferraba a la taza del wc como buenamente podía. Había echado hasta el alma, pero aún así sus arcadas iban y venían.

- Voy a prepararte un baño Hyuni, lo necesitas, estás destemplado y entero empapado, te sentará bien. - Dijo el mayor mientras se acercaba a la bañera del baño y prendía el agua. - Espera un momento aquí, voy a por un vaso de agua, debes de tener esa garganta en llamas . Y un poco de hielo para ese ojo no vendría mal. Ahora vengo, no tardo.

Minho se acercó a la cocina y llenó dos vasos de agua, uno para él, el cual bebió de trago. Abrió el congelador y agarró una de las placas de hielo que había envolviendola en un paño de cocina. Miró al suelo; tres pequeños peludos se acercaron reclamando su atención con pequeños maullidos.

- No es momento de comer. - Dijo, acariciando el suave pelaje de Dori. - Hoy tenemos un invitado especial ¿sabéis?, debéis portaros bien con él, está malito.- Sus gatos maullaron y Minho torció una leve sonrisa, pensando que quizás, entendían sus palabras.

Cuando regresó al baño, encontró a Hyunjin de espaldas al wc, agarrado a sus rodillas.

- Toma, bebe. - Dijo Minho acercando el vaso a la boca de Hyunjin, el cual fue tomando de poco en poco. - ¿Mejor verdad?.

- Hyunjin asintió lentamente. - Debo estar hecho un desastre, no me mires, doy asco. - Dijo mientras enterraba la cabeza en sus rodillas.

Minho se agachó y  agarró el hombro del rubio. - Eres Hwan Hyunjin, ni en un millón de años te podrías ver mal. Mírate, tienes el maquillaje entero corrido y aún así estás ridículamente guapo, aún así, deberías dejarme ver ese ojo, no tiene muy buena pinta. - Dijo Minho agarrando el mentón del menor y elevando su rostro para ponerlo a su altura. Apartó el mechón de pelo que reposaba sobre su frente y giró levemente su rostro - .Mmmmm...lo tienes un poco hinchado, pero creo que con un poco de hielo bastará.

SUDOR - [Hyunho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora