Afterglow [Meanie/Minwon]

C u a t r o

Risitas.

 Risitas.

 Risitas.

Al abrir los ojos con cautela, se encontró inmerso en un bosque desconocido, pero no era el típico bosque oscuro lleno de criaturas peligrosas; era un lugar despejado, bañado por la luz y el resplandor, como si fuera un rincón mágico donde todos los miedos se disipaban.

Se puso de pie y comenzo a caminar  entre los arbustos y los árboles con cierta inseguridad, intentando seguir el eco de las risas y los pasos que habia escuchado segundos atras y que provenían del interior del bosque. Pero  debido al espesor de los arboles, se encontro desorientalo y confundido. 

Wonwoo cerró los ojos e intentó concentrarse.

Risitas.

Sin mucha certeza, siguió el sonido adentrándose aún más en el bosque. Finalmente, llegó a un claro, donde se encontraba un riachuelo que parecía sacado de los típicos cuentos infantiles. A pesar de que tenía la certeza de que nunca había estado allí, el lugar le resultaba extrañamente familiar. Era cálido y reconfortante, una sensación difícil de describir con palabras.

Después de meditar un instante, su atención se dirigió hacia tres figuras que permanecían en la orilla del riachuelo, observando el horizonte. Sus formas eran difusas, lo que le impedía distinguir sus rostros; parecían más sombras que personas. Sin embargo, sabía que disfrutaban de un momento agradable porque las risitas volvieron a llenar el aire.

Intentó acercarse a ellas, pero sus pies parecían estar pegados al suelo, un sentimiento de angustia se instaló en su pecho y la desesperación empezó a recorrer su cuerpo. Pronto, el entorno cambió y la oscuridad se apoderó de él, transformando la serenidad y el aura angelical en una atmósfera sombría y turbia.

Volvió a centrarse en las sombras, pero estas simplemente se dirigieron al agua y desaparecieron de su vista, llevándose consigo un pedazo de su corazón. 

Abrió los ojos de repente, aunque tuvo que volver a cerrarlos inmediatamente cuando la luz de un automóvil lo cegó por unos segundos y lastimó sus córneas. Después de un momento, se reincorporó, miró a su alrededor. Era tarde en la noche, y se encontraba en un callejón oscuro en un barrio peligroso. La única presencia humana eran de las personas sin hogar que habitaban en las calle o de  drogadictos que deambulaban por el lugar. 

¿En qué momento se había quedado dormido y por cuánto tiempo lo habia estado ? Lo único seguro era que no había podido dormir bien durante las últimas semanas y probablemnte el cansancio acumulado le estaba pasando factura. Las ojeras decoraban su rostro, y estaba más irritable de lo normal. Además, tenía sueños extraños que solo lograban dejarlo perplejo y con mal humor. 

Intentó encender el automóvil y ponerse en marcha, pero no pudo hacerlo. Luego, un fuerte olor invadió sus fosas nasales, mareándolo. Era tan penetrante que llegaba al punto de ser repulsivo e insoportable.

Alguien tocó a su ventana, y antes de que pudiera reaccionar, escuchó un fuerte estruendo, seguido del sonido de vidrios rompiéndose. Quedó aturdido y miró sus manos, cubiertas de sangre.

Llegó un momento en el que sus sentidos se desorientaron por completo; escuchó algo, pero el ruido se volvió distante. Se asustó aún más al percibir una presencia ajena muy cerca de él. Alguien le cubrió el rostro con un pañuelo. Intentó forcejear, pero fue casi imposible. En poco tiempo, sus párpados se volvieron pesados, su cuerpo dejó de responder, y al minuto siguiente, todo fue oscuridad y silencio. 

[...]

- ¡Auch!-. El pequeño Minhyuk dejó de correr casi al instante y la pelota con la que jugaba se escapo de sus manos. Se dejo caer al suelo y se llevó una mano al pecho al sentir un dolor punzante.