Capítulo 39

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Dos días después....

El día de partir a Seattle llegó apenas la alarma sonó para despertar nos,con algo de dificultad pude deshacerme de las sábanas y salir de la cama poco después que Adam quien ya estaba en la ducha,algo somnolienta camino hacia al baño para lavarme la boca,mientras lo hacía un pequeño mareo repentino me nublo la vista y me hizo detenerme,sujetando me del lavabo espere a que aquello pasara cuando eso sucedió no pude evitar pensar que quizás el levantarme muy deprisa me provocó aquella sensación,más tranquila me desnude y entre a la ducha junto a Adam quien algo relajado y pensativo dejaba correr el agua sobre su cuerpo perfectamente esculpido mientras tenía sus manos contra los azulejos, lentamente me acerco por su espalda y lo abrazo por detrás colocando mis palmas sobre sus pectorales dejando un beso en su cuello

-En qué tanto piensas?-le pregunto y Adam enseguida se voltea para mirarme

-En nada-me responde tomando mi rostro entre sus manos

-Te ves tenso-le susurro sobre sus labios

-Nada que no pueda solucionar-me dice apretando mi cintura

Para nada convencida con su respuesta entre abro los labios para preguntar le algo más pero su boca me silencia con un beso profundo que le correspondo gustosa

Hasta que la respiración nos ahoga nos separamos lentamente,al abrir los ojos de nuevo me encuentro con su mirada verdosa mirándome tan penetrante y deseosa que me hizo acercarme de nuevo a su boca colocando está vez mis manos alrededor de su cuello

Adam por su parte quitó sus manos de mi rostro para llevarlas a una parte de mi cintura y espalda,mientras sus besos sobre mi boca iban bajando hacia mi cuello,el punto sensible de mi cuerpo que me hacia flaquear y soltar suspiros ahogados

Cuando todo aquello ocurre Adam silencia mis quejidos con su boca al mismo tiempo que me levanta del suelo y me guía contra la pared ágilmente donde el agua comienza a mojarme

-Adam ahh...-gimo sobre su oído al sentir la primera embestida en mi interior mientras me aferro a su espalda

Sintiendo

Después solo el sonido chocante de nuestros cuerpos mojados fundiéndose y gemidos avivaron más las sensaciones placenteras en mi cuerpo

Estar entre sus brazos de aquella manera tan íntima me parecía muy incontrolable y adictivo que el tiempo no era suficiente cada vez quería más de él hasta llegar al límite

Quería saber que tan profunda era su entrega por mi y la mía por él auque de mi parte estaba segura que ya le había entregado todo

Quería saber que tan profunda era su entrega por mi y la mía por él auque de mi parte estaba segura que ya le había entregado todo

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-Cuánto tiempo durará tu conferencia?-le pregunto secando mi cabello húmedo sobre el espejo del clóset

-Cinco días....-me responde abotonando se una camisa a mis espaldas

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