SICCK ⋆୨୧⋆ YeonGyu

ੈ✩‧ ホームナース ೃ *₊˚

✭ Todos los créditos a; @DPRLOVVE

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Yeonjun despertó con un agudo dolor de cabeza y luces brillantes, confundido se incorporó sobre esa cama mirando a los lados tratando de reconocer en donde se encontraba.

-¿Dónde... -masajeo su frente- ¿dónde estoy?

-En la enfermería escolar, mi presupuesto no llega para un hospital -Beomgyu estaba a lo lejos en un silla.

Camino hacia él donde Yeonjun podia recostarse mejor y cerrar los ojos aliviado al sentir las gentiles manos de Beomgyu sobre su piel- ¿Desde cuando te sientes así?

Tallo sus ojitos- Desde la mañana, aunque creí que estaría mejor.

-Vaya que eres un terco... -Beomgyu beso su frente- aún tienes la temperatura alta, debes sentirte mal ¿no?

Yeonjun asintió lento pues todo le daba vueltas y Beomgyu no hizo nada más que morir de ternura por su interior, tenía al novio más testarudo para creer que le ganaría a un resfriado. Beomgyu se incorporó para estirarse y caminar hacia donde él antes estaba descansando en las sillas, colgó ambas mochilas cada una en sus hombros e hizo un movimiento con la cabeza hacia el chico sobre la camilla.

-Vamos a casa.

Yeonjun se sentó- ¿Y las clases?

-Pedí de alta a ambos para irnos -se alzó de hombros con una sonrisilla- ventajas de pertenecer al consejo estudiantil, te dije que sería buena idea.

Yeonjun frunció su entrecejo al ver su mirada burlona como sea se tiro de espaldas- Gyunie... -habló con ese tono meloso que pocas veces hacía, cuando estaban solos- no creo poder moverme.

El alto vio como este alzó ambos brazos hacia el aire moviendo sus manos- Me siento muy débil -acompañado de un estornudo.

-Y tenemos que tomar dos metros a tu departamento...

Beomgyu se quedó varios minutos ahí parado en pensar en una solución.

El castaño dio por concluido su plan y con un largo suspiro camino hacia la camilla donde Yeonjun soltaba sonidos de dolor. Hizo que su novio se sentará de nuevo y coloco la mochila negra de el bajito sobre la espalda de este, luego cambió de posición su propia mochila colocándola sobre su pecho usando las dos correas. Retiro las delgadas sábanas sobre Yeonjun y le dio la espalda aganchandose un poco.

-Vamos a tu casa Jun -hizo un movimiento con sus manos- rápido que me estoy cansando.

Un poco desorientado Yeonjun se movió por la cama hasta bajarse de ella y con un pequeño salto se subió a la espalda de Beomgyu, volviendo a brincar para ser acomodado de mejor manera para el alto. Yeonjun paso sus brazos por sus hombros y restrego su rostro en el cuello de Beomgyu casi se sentía ronronear de lo cómodo que sentía a su novio.

Con una sonrisa Beomgyu comenzó a caminar con un enfermo Yeonjun sobre su espalda sacándolo de esa enfermería.

Si Yeonjun estuviera en perfectas condiciones con la salud perfecta hubiera mandado al diablo a Beomgyu con la idea de pasear por todo el establecimiento de la universidad con él sobre su espalda, serían muchos ojos sobre ellos y eso le daba pánico, ser observado. Pero ahora se encontraba casi delirando de lo enfermo que estaba, así que no le importaba ser visto por sus compañeros mientras era cargado por su novio, se sentía cómodo, sentía el calor de Beomgyu y lo encontraba como el sitio mas cálido para estar. Sin duda no fueron desapercibidas las vistas extrañas que daba la gente por la calle, más que nada la gente adulta y Beomgyu no se sorprendía de todas esas miradas juzgonas.

Claro que si estuvieran en California, lugar donde Yeonjun nació y donde lo conoció, no serían del todo vistos, muchos lo dejarían pasar como algo raro pero normal. Pero era más que evidente que en donde vive Beomgyu todo el mundo miraba muy raro a un chico cargando a otro mientras que él de arriba decía palabras incurrentes teniendo una platica solo, hasta Beomgyu reía de lo que decía, parecía ebrio pero sabía que era el cansancio en su cuerpo.

Tal vez eso era lo extraño, un estudiante que parecía un ebrio a pleno luz del día, Beomgyu también lo vería raro.

-Gyu... -escucho muy bajito.

Ambos iban en metro hacia la primera estación, Beomgyu lo volteó a ver, él estaba recargado sobre su hombro.

-No quiero ir a casa -revoloteo sus pestañas- vamos a tu departamento.

Beomgyu formó una mueca- No importa si tengo que cargarte hasta la próxima estación, te llevaré cariño.

Yeonjun negó- Simplemente no quiero ir, por favor.

¿Había algo que no pueda negarle a su lindo novio? De hecho muchas cosas como pedir que no lo avergüence con sus hyungs, pero ahora se veía tan vulnerable y adorable que hacía que su corazón se estrujara de la ternura. Mirenlo, se estaba quedando dormido otra vez sobre su hombro casi babeando, adorable.

Y como lo pidió, Beomgyu al bajarse en la primera estación cargo con el cuerpo de Jun por las calles hasta llegar a ese muy bien conocido edificio. Beomgyu subió hasta el quinto piso, introdujo la contraseña de su departamento y entró quedándose en medio de su sala pensando un poco antes de ir directo a su habitación y arrodillarse dejando con suavidad a Beomgyu sobre su cama, estaba muy dormido desde que bajaron del metro y no daba señales de querer levantarse.

Beomgyu se quedó mirando a su novio dormir por un rato hasta que se levantó dispuesto a una misión, debía limpiar.

La verdad es que no quería llevar a Yeonjun a su departamento porque estaba hecho un basurero, un real basurero, nunca pensó que le pediría ir y no limpio durante dos semanas seguidas.

Debía ser rápido antes que se despierte.

El aroma a fresas hizo levantarlo de a poco. Yeonjun se estiró por el colchón tratando de despertarse. Abrió sus pesados párpados encontrándose en la habitación que mas amaba, la de Beomgyu.

El cuarto que gritaba por donde vieras soy un universitario y vivo muy bien como adolescente. Tenía muchas figuras que había conseguido en su intercambio a Estados Unidos, la "cama" que solo era un colchón sobre el suelo por el hecho de no gastar en una encimera, y muchos libros, demasiados regados por todas partes. Yeonjun sonrío tenue mirando todo como si fuera la primera vez, recorría su vista por la pequeña habitación hasta dar con las cosas junto a la cama.

Yeonjun se sentó notando que ya no tenía su uniforme si no la pijama de su novio, miró la nota cerca del vaporizador que dejaba el encantador olor a fresas que lo levantó de su ensueño.

"Fui a comprar algunas cosas que necesito, si tu temperatura sube deje por mientras unas toallas humedas. No me tardo."

Yeonjun sonrio y volvió a recostarse en la espera de su enfermero a domicilio.