Capítulo I

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Capítulo I

Di vuelta otra página del libro mientras que le daba otro sorbo a mi café. Leer a Jack hace querer abrazarlo e identificarme con él es otra de mis grandes -y seguro que menos que menos interesantes- cualidades, aunque con Jen me identifico muchísimo más, claro. Pensé en mi padre al leer esa escena, al cual no me llevo del todo bien. No me gusta hablar con él, nunca nos entendemos.

Al fin de cuentas, llevo más de tres horas leyendo y sin haber tocado un solo libro de la universidad, mi culpabilidad por eso es enorme.
En general me siento aceptable estos días, pero darme cuánta de que él no esta más en mi vida me entristece.
Giro mi cabeza hacia la pared pensando en todo eso que interrumpe a mis pensamientos de felicidad.
La alarma de mi teléfono suena haciendo que me tropieze con la pata del sofá.

Mierda, me he olvidado de que tenía que verve con Lia. Eran las 19:50 p.m.

Salte rápidamente al baño. Me maquille lo más natural y rápido posible y subi las escaleras hacia mi cuarto.
Mis ojos se posaron en un cuadro a la derecha en mi mesa de luz al abrir la puerta. Un chico alto y castaño me miraba como si fuera lo mejor del mundo y yo toda embobada creyendo todas sus mentiras.
Deje cualquier pensamiento negativo que se atravesaba en mi camino y abri mi placar para sacar unos short y una camiseta azul de tirantes. Nunca tuve un estilo definido, a veces me gusta tener varios. Me puse mis converse y salí de casa.

Me puse los audífonos mientras caminaba hacia la cafetería donde nos encontraríamos. Lia me había mandado cinco mensajes, joder esta niña.

Lia: no me vas a creer lo que tengo para decirte.
Lia: es que estoy indignada.
Lia: puedes responder cuando te mando algo, no?

Vale, que tardo mucho en arreglarme, pero tampoco la pavada.

Lia: ya estás llegando?
Lia: rápido que yo ya estoy aquí y me da vergüenza no pedir nada.

Hice un gesto y guardé mi móvil.
Al llegar veo a Lia saludandome desde adentro. La campana de la puerta sonó levemente. Fui directo a su mesa con una sonrisa.

-Hola -Lia me mira sonriendo.

-¿Que era eso que tanto te indigna? -le pregunté mientras el camarero nos deja el menú- Muchas gracias.

Él se marcha y Lia empezó a hablar, como siempre.

-En fin, ¿a que no sabes quién será nuestro nuevo integrante en el grupo?-Lia alza las cejas.

La conozco desde el primer año del instituto y desde ahí se formó un hermoso grupo con algunos más de la clase.

-Ni idea, dimelo tú.

-Quiero que lo adivine, lista -hizo un ademán de tirar la carta en la mesa.

-Am... -pense un poco, pero en realidad nadie se me venía a la mente- no lo sé, Lia.

-Pues el pesado de... -hizo el ruido de tambores para darle más suspenso- !Mi hermano! ¡Yuju! -ironizó levantado las manos hacia el techo.

La mire perpleja tratando de comprender el problema.

-¿Que? es un pesado -revoleo los ojos- ¿no te acuerdas de él?

-Siendo sincera no.

-Claro, si, se llama Liam, es mi hermano mayor y es un pesado.

No recordaba que ella tuviera un hermano. Aunque tal vez porque siempre salía con sus amigos y no me prestaba demasiada atención. Solo recuerdo algunas interacciones con él.

-Mira -saca su móvil del bolsillo y me muestra una foto, en ella salía un chico de un metro ochenta, pelinegro, con ojos cafés y una sonrisa de puta madre.

-¿Y ese es tu gran hermano? -me vio como si fuera a decir algo que no le gustaria- no parece tan pesado.

-Creeme que lo es, me insistió para que lo meta a nuestro grupo y me pregunto si podía ir al concierto el mes que viene.

Sacamos entradas hace unos meses para ir a ver a una banda que a Tamara le gustaba y nos puso algún que otro video de ellos, a todos nos terminó gustando.

-¿Y lo uniste? Quiero decir, ahora es parte del grupo.

-Bueno me amenazo con decirle a nuestros padres que estaba siendo una rebelde y más mentiras básicamente, así que si.

-Muy estupido de su parte haberte amenazado -vuevo a observarla-. ¿Tus padres se fueron?

-Es que es su hermosa personalidad, y si, se fueron de viaje -sonrió y luego dejó de hacerlo para mirar hacia el menú.

Pedí un café con una medialuna y Lia pidió un jugo de naranja. Sencilla como ella sola. Antes de volver a hablar, Lia se ató el cabello negro y ondulado con una pinza y puso los codos sobre la mesa.

-Y ahora cuéntame tú, que tal con tu corazón roto.

-No me gusta hablar del tema, ya lo sabes -miré hacia abajo mientras rascaba la parte de atrás de mi cabello rubio nerviosa.

-Venga ya, soy tu mejor amiga, sé todo de ti por dios.

-Sigo un poco mal, pero trato de ponerle alegría a mis días, estoy yendo al gimnasio con Tamara que ella quería ir. No lo sé, simplemente no me entra en la cabeza que me he ilusionado tan rápido y...

Ella me interrumpió sabiamente.

-Disculpa, él te ha ilusionado, tu bueno, le seguiste el juego y se ha ido con otra... Si salisteis por ocho meses querida, eso era tóxico además -sonrió y luego siguió- por eso tienes que estar con alguien que sea como la relación entre Tom y yo.

-Si tienes razón, pero era mi primer novio, Lia.

-Ya vendrán montones de chicos, odio la frase "hay muchos peses el mar", pero tal vez vendrá uno que hará que tus expectativas se cumplan.

-Y tendrías que salir más Abb, realmente tienes que disfrutar d ela musica, te diría de ir a una discoteca, peor el mes que viene iremos a un concierto.

Siempre tan sabia. Le sonreí mientras él camarero nos traía la cuenta que pedí.

-Bueno, tengo que irme, Tamara me pidió que vaya a ayudarla con una tarea de la universidad. Nos vemos luego -Lia me abraza y se separa lentamente- y porfavor no llames al tóxico.

-Te lo prometo.

Salí detrás de ella y me marché. Mire habla gente al recorrer las calles para llegar hasta mi casa.

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2023 ⏰

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