Why not? || ST Neo Génesis AU

Estrellas

POV: Narrador.

El peliblanco corría mientras se escondía de alguien, aunque estuviera sonriendo y aguantando la risa, este se veía nervioso de ser atrapado.
Estaba en un bosque verde y algo rocoso, era una noche oscura pero cálida, perfecta para ver la luna llena..

"Walten! Waaalteeenn!" Gritaba una voz familiar para Walten. Soltó una risa mientras miraba a sus lados y se escondía entre unos arbustos cercanos, estaban llenos de ramas y algunos pinchos, el ojiazul lloriqueo pero trató de no hacer ningún otro ruido.

"YA SAL PENDEJO. NO SEAS CABRÓN." Gritó Deuz, trotando por el bosque, hasta que paró y comenzó a caminar con una expresión molesta, se escabullia aún más entre el bosque tratando de visualizar algo.

El de ojos chocolate (mm q rico) pasó caminando lentamente por el arbusto donde estaba Walten. Sin sospechar nada, miro para otro lado solo para sentir una mano fuertemente apretando su pierna, jalandolo hacía el arbusto. Deuz agonizó aterrado, había bajado la guardia y eso le formó un escalofrío que recorrió desde sus piernas hasta su cráneo.

Corrió, pero tropezó en el intento, eso hizo que la mano saliera del arbusto, revelando a Walten con el cuerpo llenó de ramas pequeñas, hojas, y pinches. Rió fuertemente tosiendo algunas hojas, mirando fijamente a Deuz, empezando a sudar al recordar la paliza que probablemente se llevaría después de que el más bajo se recupere.

"Hola Deuz... Me encontraste!" Dijo en un tono infantil el ojiazul, mientras el otro abrió rápidamente los ojos, moviendo su mirada al más alto, apretando los puños.

"ROGER! CASI ME MATAS, CABRÓN. VEN AQUÍ!" Rugió, levantándose del piso velozmente y poniendo su pie en la cabeza de Walten (no trae su sombrero btw, quedo perdido en el arbusto) y haciendo presión, no la suficiente para matarlo pero si para enterrar un poco su cabeza en la tierra, también ensuciando su pelo gris. "AAABGHDEUZBWHGEBGGEG" trató de hablar Walten con tierra en la boca, y probablemente algún gusano.

"Dijiste que querías ver algo en el bosque conmigo y cuando vi ya no estabas, idiota!" Regañó una vez más Deuz, sacando su pie de la cabeza del más alto. Resignado, caminó hacía su izquierda, la cual era donde estaba un camino de tierra que llevaba a un lugar que no conocía realmente, pero Walten le dijo que confíe en él y que vayan por ahí, y este obedeció. Aunque le parezca difícil confiar en un mega estúpido...

Estaban caminando juntos esta vez, la cara de Walten era de un color rosa mientras se limpiaba su rostro, su cuerpo, y pelo. Se sacaba las hojas y los pequeños pinchos que tenia, soltaba quejidos de vez en cuando y Deuz le decía que se lo tenía merecido por ser tan "chistosito".

Eventualmente, el camino de tierra terminó abruptamente, dejándolos parados sin saber que hacer. "Ya nos perdimos por tus idioteces." Se quejó Deuz, "Dijiste que sabías por donde íbamos, eres un total pendejo, lo sabés?" Walten quiso insultarlo, pero del enojo solo agarró fuerte y rápidamente a deuz de la cintura y lo pusó en su hombro, trotando hacia otra dirección. El ojiazul pataleaba y golpeaba la espalda de Walten, pero este no se inmutaba como siempre hacia, a lo cual Deuz simplemente se rindió y dejó que el más alto lo llevará a donde sea que este trotando.

Después de unos minutos, Walten paró y dejó al más bajo parado en el pasto, este lo miró un poco mareado por tantas vueltas que dió el de pelo gris, quien solo le sonrió dulcemente a su amigo y le indicó que mirara hacía atrás. Él, sin ganas, se volteó quedando asombrado por la hermosa vista a la luna. Habían llegado a una especie de colina afuera del bosque donde se podía apreciar mucho mejor el cielo.

"Ah.. era esto? Walten, vemos la luna todos los días, no entiend-" fue rápidamente cortado por el dedo del ojiazul, "Solo mira, viejo.", Deuz resopló y puso su mirada en el cielo nuevamente. Esta vez, vió algo más que la luna y las estrellas; eran estrellas fugases. Aparecían y desaparecían como si fuera una lluvia.

Deuz quedó completamente atraído, y Walten solo se dignaba a mirarlo a él.

Al llegar a casa, Deuz estaba sorprendentemente feliz, hasta Toni se asustó. Walten caminaba detrás de él con un leve sonrojo y una sonrisa, "Gracias por llevarme a ver eso, Walten. Honestamente me gustó mucho, seguro hubo algo de eso en mi universo, pero tenía tanto trabajo que nunca pude ver nada." Dijo el de ojos marrones, con una honesta sonrisa en su rostro. Walten estaba como una roca, de los nervios no se pudo mover por unos segundos, pero logró sacar un "de nada..." de su boca.

Cuando Deuz se fue a su habitación, el peligris tocó su rostro, sintiendo como hervía.

Ese hombre lo iba a matar algún día.