4 Fragmento:

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CON ALAS EN LLAMAS: 

Me gustan las mujeres que escriben bonito en la mente de un hombre. Mujeres que se desnudan tan sensuales en las letras, que dan ganas de hacerles un poema en la piel. Leerte a ti, sin pensar en hacerte el amor es la parte más difícil, se me alborota la vida cuando te leo. Es entonces que te escribo, porque es la única forma de amanecer a tu lado, porque a mujeres como tú, es mejor escribirlas que borrarlas, aunque ya no sepa escribirte sin amarte un poco en cada letra, aunque ya solo me guste la palabra libertad cuando la escribo en tu espalda. La poesía viene en letras y cuerpo de mujer, el único libro que no termina de escribirse jamás y que vale la vida no perderse una sola de sus páginas. Tú eres mucha poesía en el libro perfecto. Cuando al fin seas mi libro, también mojaré las puntas de mis dedos para moverme entre tus páginas.

Alguna vez, nuestro error fue no hacernos el amor cuando estábamos a solo un beso de distancia. Fuimos demasiado cobardes para darnos todo y demasiado valientes para dejarnos en libertad. Solo sé que nos dijimos adiós antes de tiempo y por los motivos equivocados. No quiero pensar algún día que he cometido el peor de los errores y no supe que eras el amor de mi vida. Si te preguntan por qué fue que regresamos, diles que fue porque extrañábamos el infierno que se desata entre tu piel y mi piel.

Otra vez me dieron ganas de fumar un cigarrillo después de hacerte el amor, lástima que ya no fumo, ni tampoco soy quien te hace el amor. Ya sé a qué estamos jugando y el amor le está ganando a la distancia. Tal vez, enamorarse a distancia no sea buena idea, aunque no enamorarse de ti tampoco lo es, sin importar donde te vea. ¡Yo no quiero razones para no buscarte, las necesito para no encontrarnos! Entre tú y yo, no hay espacio para otra cosa que el amor. El amor busca el abismo y mi abismo eres tú. Entre nosotros, amor mío, no estorba la ropa, estorba la distancia para arrancarnos la piel a mordidas y besos.

Algún día, haremos coincidir el café de tus ojos con la miel de mis ojos y la miel de tus labios con el calor de los míos. Tengo ganas de revisar tus acentos en persona, lunares les llaman. Me haces falta alrededor de mis latidos y las ganas de morderte los besos ya no caben en una sola fantasía. A ti, te quiero bonito y te deseo sucio y perverso. No sé si me gustas por loca o si estoy loco porque me gustas, solo sé que esta locura de nosotros, se parece mucho al amor.

El amor, no tiene que ser para toda la vida, basta que sea memorable de por vida. Solo quiero una noche con los minutos precisos para contarnos lo que importa del pasado, acabarnos a besos el presente y planear con miradas el futuro. Aunque los dos sepamos que no eres mujer de una sola vez, ni yo soy hombre que se conforme con tenerte una sola noche, por más larga que ésta sea.

Si me vas a amar, que sea sin restricciones ni arrepentimientos, si me vas a olvidar, también. Los amores de papel se los lleva cualquier viento. Para ir al infierno hay que dejar atrás las alas, esta vida es muy corta para irse de ella con las ganas puestas, aquí en la tierra, solo se puede arder con quienes tienen el mismo fuego que uno.

¿Cuántas formas tienen tus labios de ensuciarme el pensamiento? Si mi cabeza fuera un reloj, tú serías la arena. ¿Sabes? aquí en mi mente, no hay vestido que te tape suficiente y no tienes idea cuántas veces has sido mía encerrada en mis párpados. Para mí, la poesía está en tu piel desnuda y se descubre al humedecerla con mis labios. Si estamos juntos, desnuda hablas mejor, aunque no digas nada; y yo que soy más que carne y hueso, tengo poesía, perversión y sentimientos para ti.

La mujer no es del hombre que se la coge, si no del que ella escoge para llamarlo "mi hombre", tu lugar no es abajo de él, tu lugar es encima de mí. Como si amarte no fuera suficiente para saberme tuyo y saberte mía. La piel es de quien la marca por dentro y por fuera; tú eres mía, hasta que tu gemido diga lo contrario. He dejado de llamar infierno a nada que no me haga espacio en tu cuerpo.
Dentro de ti soy tu amo, afuera soy tu esclavo. No pensaba caer, pero ya he dicho que eres abismo. Tú y yo somos lo que sentimos al tocarnos, y ahora, es imposible amarte, sin quererlo todo.

A una mujer como tú, se le toca con la punta de todo.
A una mujer como tú, se le muerde hasta llegarle al alma.
A una mujer como tú, no se le tiene piedad en la cama.
A una mujer como tú, no se le deja con las ganas. Por lo menos no con las mismas.
Hacer el amor incluye una dosis de ti y otra de mí, agitarlo mucho por unas horas y dejarlo reposar. Amores como el nuestro son para chuparse una y otra vez para que no se acaben y aquí no se acaba el amor mientras lo haga contigo.

Cariño mío, no hay amores imposibles, mientras haya más tiempo que distancia y maldita sea la distancia, si un día no pongo mis latidos en tus entrañas. Al amor, a la vida y a una mujer como tú, solo renuncian los cobardes; y yo, ahora que te he encontrado, lo que menos tengo es cobardía. A estas alturas, estamos más cerca que se nos derritan las alas a que se nos acaben las ganas. Tendría que olvidar el lenguaje de las manos para no pensar en ti.

Te beso con un suspiro, porque me basta el viento para llegar a tu boca. Besémonos en todas partes, como si estuvieras aquí.

También se extraña lo que los dedos no han tocado.

-Con alas en llamas.-

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