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Desde que era pequeño, Yeonjun fue un chico alegre y muy unido a su padre, la razón primordial de esto último, era que el mayor era todo lo que Yeonjun tenía y lo amaba más que a nadie en el mundo.

El pelinegro era padre soltero, crió a su hijo completamente solo ya que la madre de Yeonjun murió justo cuando él nació, todo lo que el pelirosa sabía hasta el día de hoy era que gracias a su padre, Cha Eunwoo había logrado hacer su propia empresa desde cero y hoy en día era de los hombres más poderosos en el país.

Yeonjun había comenzado la universidad y lo que Eunwoo más deseaba era que su hijo aprendiera todo lo necesario para que un día todo lo que había forjado con tanto trabajo pasara por las manos del menor.

Yeonjun estaba de acuerdo, le interesaba mucho el negocio y quería lograr hacer a su padre orgulloso.

Lo que Eunwoo encontró como una forma efectiva de enseñarle a su hijo todo sobre el mundo empresarial fue que su mejor amigo se encargara de todo.

Choi Soobin, vicepresidente y mano derecha del jefe. Un hombre que había estado junto a él desde que tenía memoria por lo que conocía a Yeonjun desde que estaba en pañales, la relación que llevaba era excelente, no había mejor persona que él para encargarle ese trabajo.

Yeonjun era fanático de estar en la empresa, todos sus horarios libres los utilizaba para llegar hasta ese gran edificio e ir a la oficina de su padre y luego caminar hasta la de Soobin quien siempre le explicaba los puntos más importantes de la forma en que la empresa funcionaba.

Eunwoo habría amado orientar a su hijo él mismo, pero el tiempo no estaba a su favor.

Yeonjun tenía unas hermosas mejillas regordetas, ojos pequeños que mantenían un brillo especial y una sonrisa que enamoraba a cualquiera que lo observara, su inocente apariencia lograba engañar a cualquiera.

Quién diría que detrás de ese angelical rostro estaba un chico que ansiaba ser follado de la forma más dura posible por el mejor amigo de su padre.

Por que si, ese hombre que ha estado junto a ellos por tanto tiempo lo volvía completamente loco.

La primera vez que el menor pudo sentir ese tipo de atracción al mayor fue cuando tenía 15 años. El amigo de su padre se quedo en casa de ambos por una semana debido a problemas que tenía con su departamento.

Yeonjun aún tiene el recuerdo de forma vivida dentro de su memoria cuando por accidente vio a Soobin dentro de la ducha completamente desnudo. Para ese entonces aún había mucha inocencia en su interior, sus mejillas se tornaron rojas por completo y no entendía porque su cuerpo comenzaba a reaccionar de una forma extraña.

Desde ese entonces, la humedad en su entrepierna solo seguía aumentando siempre que veía al pelinegro.

Se estaba volviendo más loco por cada año que pasaba y no podía hacer nada porque sabía que para ese entonces sería rechazado debido a su edad, más aún cuando Soobin y él eran tan cercanos. Los abrazos eran algo que nunca faltaban y Yeonjun nunca perdía la oportunidad para dejar pequeños besos en esas hermosas y tersas mejillas.

Eunwoo encontraba ese un acto muy adorable.

Pero después de tanto tiempo Yeonjun ya no podía retener la humedad que adornaba su intimidad cada vez que las grandes manos de Soobin se posaban sobre su cintura en cada abrazo que compartían o cuando observaba la forma en que su mandíbula se tensaba al mirarlo usar faldas cortas.

Se sentía muy agradecido de que su padre le diera tanto tiempo libre juntos a esa pieza de arte andante. Pero ya estaba harto de solo fantasear con Soobin, necesitaba que todo comenzara a formarse en la realidad.

Le meilleur vin ✧ soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora