Le meilleur vin ✧ soojun

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Desde el momento que había cedido ante los encantos de Cha Yeonjun ya había pasado un año, no podía creer como cada día que pasaba se sentía más enamorado del hijo de su mejor amigo.

Durante varios meses su mente le gritaba que algo estaba mal y tenía que detenerse pero simplemente no podía, era imposible alejarse de alguien que había deseado por tanto tiempo.

Pero si existieron muchas ocasiones pensó en alejarse del menor y simplemente decirle que tenían que detenerse pero cuando observaba sus lindos pucheros, esas mejillas rosadas o sus pequeños ojitos de cachorrito se sentía vencido.

Sabía que si su mejor amigo se enteraba por medios externos todo iba a empeorar por lo mismo estaba decidido avanzar pero para eso tenía que hablar con Yeonjun.

El problema era que no lo veía desde hacía un poco más de un mes y él era el principal culpable de esto ya que él fue quien intentó evitar a Yeonjun por unos días para pensar con la cabeza fría sobre la relación que tenían pero después de unos días el menor ya no llegaba a su oficina ni lo encontraba en los pasillos o en la
empresa en general.

Cuando le preguntaba a Eunwoo por su hijo, lo único que le respondía era que se estaba sintiendo mal. Soobin estaba preocupado, tanto que no podía concentrarse en su trabajo.

El arrepentimiento estaba comiendolo vivo más aún cuando recordaba que llegó a considerar separarse de ese pequeño chico pero gracias a su tiempo solo fue que recapacito y supo que no podía vivir sin Yeonjun, necesitaba hablar con Eunwoo para confesarle todo y dejar de pensar que la edad era una restricción.

Tomó su celular y llamó al menor pero como era de esperarse éste no contestó, no lo culpaba si estaba enojado aunque lo había notado extraño en los últimos meses. Estaba comenzando a pensar que haberlo evitado por un tiempo pudo haberle afectado más de lo que se imaginaba.

Se levantó de su escritorio y se dirigió a la oficina de Eunwoo pero al entrar estaba vacía, eso era muy extraño debido a que el contrario siempre se encontraba trabajando.

A paso rápido se dirigió a Joohyun, quien era la secretaria de las oficinas en ese piso.

—Joohyun

—Señor Choi —Respondió la chica de forma respetuosa a su jefe mientras sonreía amablemente.

—¿Puedes decirme dónde se encuentra
Eunwoo en estos momentos?

La castaña abrió sus labios en sorpresa con la pregunta.

—¿No lo sabe?

—No, por eso estoy preguntando.

Joohyun aclaró su garganta y su rostro denotaba pesar porque ella pensaba que su jefe ya sabía en donde se encontraba el presidente de la
empresa.

—Bueno, hoy salió de emergencia al hospital ya que su hijo fue ingresado de emergencia, pensé que usted estaría enterado de ello.

Soobin sintió que todo el aire se escapaba de sus pulmones con ello, lo único que logró preguntar era la locación del hospital para salir casi corriendo en su búsqueda.

Su corazón estaba agitado al igual que su respiración, no sabía lo que pasaba pero por alguna razón estaba esperando lo peor.

Estaba intentando relajarse ya que estaba conduciendo y no quería terminar en el hospital junto al menor. La culpa recaía en sus hombros porque no debió haberlo ignorado, no debió intentar alejarse y sabía que pudo haberlo buscado pero no lo hizo.

Era un tonto.

Sus nudillos estaban blancos de la frustración que sentía pero afortunadamente para cuando su furia estaba al máximo, ya había llegado a su destino.