Between the time [Guapoduo]

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A Roier le preocupaban pocas cosas en esta vida. No se podía quejar, tenia una novia encantadora, su familia tal vez no era muy rica, pero tenia lo suficiente y el se estaba aprendiendo el arte de la finanzas para poder ser alguien en un futuro, así como decía su padre.

Pero cuando decía que le preocupaban pocas cosas en la vida pudo haber dicho que no le preocupaba nada. Pero, le gustaba de más la cámara. Lo admitía, tal vez el camino que seguía no le agradaba tanto como pensaba, pero, pensar dedicarse a la fotografía para nada era algo digno y menos de un de Luque.

Su padre, era un reconocido contador, tenía un par de negocios de asesoramiento financiero, tal vez no era la gran cosa, pero les permitía tener una vida acomodada. Su madre, era la mujer con más clase y discreta que conocía, no era como las esposas de los ricos, pero era sin duda una mujer de buenos modelos, atendida a su esposo y sus hijos, como debe de ser. Samuel y Rubi sin duda eran el tipo de pareja tradicional, de esas que salen en televisión como el tipo de familia modelo.

Leo era el tipo de niña delicada que estaba bien educada, era la señorita de la casa y se educada en casa, como debía ser. Samuel siempre decía que tenía que enseñarse ya aprender bien de las buenas costumbres para complacer a un esposo que la mantuviera y Rubi se encargaba de enseñarla.

Brad es un adolescente con extremo carácter, un hombre en formación, su madre solía decir que un hombre como el, podría escoger a la chica que quisiese y formar una familia, una esposa ejemplar, que lo atendiera y obedeciera y el, conseguir un trabajo decente en el cual sea respetado.

Natalie era sin duda una chica hermosa, con un hermoso cabello negro y unos ojos azules aperlados muy lindos, en un inicio esa combinación de hecho fue extraña, pero era linda. Era delicada y educada, sus modales a la mesa y su delicada voz enamorarían a cualquiera, tal vez era mucho hasta para el. Natalie era hija de uno de los nuevos socios de su padre, su unión aseguraba un buen negocio también para el negocio familiar y un buen marido para la chica, que en un futuro haría más grande la riqueza de la familia y llevaría en su vientre a los herederos De Luque.

El problema radicaba cuando el se escapaba por las tardes a tomar fotografías con la vieja cámara que una vez encontró en el ático entre las cosas de su abuelo.

Cuando le preguntó a su padre sobre ella simplemente se limitó a decir que era la que si abuelo usaba cuando estaba enlistado en el ejercito, usarla de otra forma a esa o el periodismos era una perdida de tiempo.

Roier se preguntaba si de verdad todas esas cosas que decía su padre eran correctas, había sido criado con ellas claro, como primogénito de los de los De Luque el algún día tendría que heredar cada centavo de la familia.

Si lo enlistaba mentalmente habían muchas cosas que resultaban obvias.

Primero, la mujer debe de casarse, buscarse un buen marido con la capacidad de mantenerla por que no debe de trabajar, darle los hijos que deseara y complacerlo, darle de comer, lavar su ropa, educar a los hijos y mantener un hogar en optimas condiciones. Sumisión, claro, si su esposo le ordenaba algo ella debería de acatar, tal vez era un verbo muy fuerte, pero así debía ser.