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Ivy

Cuando era pequeña y tenía alguna necesidad, mis padres —aunque siempre me ayudaban— me hacían resolverla por mi cuenta, para que aprendiera a ser más independiente según ellos. Y aunque no lo noté en su momento, me ayudó bastante. Gracias a ellos desde pequeña comencé a ser una persona muy sociable y que poco le importaba lo que los demás hablaran sobre mí.

Por ello, sin estar ansiosa o nerviosa, ahora me encuentro viajando junto a mi mejor amiga Alina, a donde pasaremos los próximos años de nuestra vida.

La universidad.

Ambas comenzaremos primer año. Alina estudiará finanzas y contaduría pública y yo diseño de modas. Exacto, no estamos relacionadas para nada, pero a ella le gustan las matemáticas y a mí diseñar atuendos.

Llevamos viajando alrededor de 5 horas y según el gps, nos faltaba muy poco para llegar a nuestro destino.

Alina y yo, decidimos vivir juntas en un departamento donde ya estaba habitado por otras dos chicas, sobraba una habitación con dos camas y precisamente Ali y yo somos esa cantidad, así que tendremos compañeras en la casa. Me emociona un poco conocer a las chicas con las que viviremos.

—Ali ¿Recuerdas los nombres de las que serán nuestras compañeras? —pregunto mientras tomo mi teléfono y entro al chat de una ellas.

Mi amiga que cantaba una canción de letra desconocida que sonaba en el estéreo, mientras conducía, me mira de reojo haciendo una mueca tratando de recordar.

Si no recuerdo mal Hace una pausa frunciendo su ceño—, creo que una se llama Lydia y la otra ¿Cartier? Si.

Gracias, les estoy por escribir que ya llegaremos y solo era para no equivocarme sus nombres.

Alina solo se encoje de hombros mientras dobla y nos adentramos al estacionamiento de un edificio.

Finalmente llegamos.

Bajamos y nos dedicamos a sacar nuestras valijas, mochilas y todo lo que hemos traído. Al terminar de recoger, nos dirigimos al ascensor y marcamos el piso 13.

Mientras esperamos a que llegue a nuestro piso, Alina saca su teléfono y comienza a tomarse fotos en el gran espejo del ascensor, causándome una risa por las poses y caras que hace. Las puertas se abren y yo comienzo a teclear mi teléfono, escribiendo a una de las chicas que serán nuestras compañeras de departamento.

Nos detenemos en la puerta número 213.

Ivy

Hola, ya estamos afuera :b

Lydia compañera

¡Ya salimos!

La puerta frente a nosotras se abre y al levantar la vista me encuentro con dos chicas muy bonitas, con un aspecto de nuestra edad.

¡Hola, las estuvimos esperando!exclamó una muchacha rubia abrazándome.

¡Estábamos muy emocionadas!Reafirmó su compañera, que a su vez abrazaba a mi amiga¡Me llamo Cartier!

—¡Y yo Lydia!

Yo me llamo Alinase presenta mi amiga tendiéndoles la mano a cada una.

Y yo soy Ivy—Me presento imitando la reacción de Ali.

¡Qué nombres tan bonitos! por favor entren lindas nos ordena la chica de tez oscura que ahora se llama Cartier.

El Departamento de los TratosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora