1/1

268 32 3
                                    

La ciudad de Chicago era hermosa, había visitado ciudades hermosas algunas veces, de acuerdo a su trabajo que se lo permitía

Entusiasmado caminaba al hotel donde se hospedaba y decidió que la mejor manera de pasarla era haciendo face time con su esposo 

Miguel era feliz con su vida, Era el mejor abogado de Los Angeles con la Firma Lawrence Díaz, su maldito nombre en letras plateadas en la pared hacia que cada que viera esa superficie lisa inflara su pecho de orgullo 

Tenía al mejor esposo, uno que amaba con toda su alma, mente y fuerza que lo impulsaba a ser siempre el mejor, ese hombre era su motivación y también su perdición

De camino al hotel piensa en la tristeza de su Omega, y el como deseaba que no hubiera tristeza en él, quiere que su Omega viva feliz 

Suelta un suspiro triste al recordar los minutos que pasaron ansiosos en su casa en California, para luego tener a su esposo sollozante contra su pecho 

Odiaba con toda su alma ver a su Robby sollozando por algo de que no absoluto control.

Llevaban cinco años de casados, Miguel jamás lo dirá, pero, está perdiendo la cabeza y espera que un milagro suceda, Observa a una pareja caminando por la calle, se ven tan gozosos como el alguna vez lo estuvo 

[Flashback]

Otra vez en el baño de su casa, contienen la respiración y acaricia la mano de su esposo tratando de darle seguridad que ni el siente 

—Esta vez lo lograremos— Susurra en voz suave, el Omega a su lado asiente tomando la prueba que reposaba sobre el lavabo del baño

Su joven esposo le pasa la prueba, el baja la mirada y ya no tiene ojos para ver a su pareja que simplemente tiene una mirada decepcionada 

—Lo siento Miguel— Es lo único que dice Robby tratando de contener las lágrimas que amenazan con ponerlo vulnerable

—No importa cariño— Susurra el Alfa parándose del suelo, dónde ayuda al Omega a levantarse

Robby no dice nada más y sale del baño donde se encamina apresurado a la biblioteca que tienen en casa y sale del lugar con un álbum de fotos que el conoce bien; El árbol familiar de su familia

—Una vez tu madre me dijo yo era lo que siempre soñaste— Exclama Robby enseñándole la última página del libro, dónde se mostraba la página de los dos como pareja, y abajo una línea debajo de ellos— Pero que debía de ser digno de ti también...Y yo no soy digno de ti Miguel

El Alfa se queda perplejo ante sus palabras, espera escuchar mal

—Eres más digno de mi que nadie en el planeta Robby, ¿Porque dices eso? ¿Es por la prueba?

—¡Si! ¡Llevamos cinco años tratando de formar una familia y no puedo!— Reclama el Omega dejando el álbum de líneas familiares sobre el sillón donde le gusta sentarse a leer algún libro de maternidad, por si acaso sucede...

Miguel nota el individualismo en sus últimas dos palabras, puede oler su desesperación y angustia tapando todo su cálido olor.

—¡Y estoy harto de las insinuaciones de tu madre sobre cuando quedaré en cinta! ¡Veo a todas mis amigas formar su familia y yo no puedo! ¡Estoy harto de todos!— Los gritos del Omega lo dejan en silencio, escuchando atentamente cada palabra que sale de sus labios

—¿Harto también de mí?— Le pregunta al Omega que ha suavizado sus facciones y lo observa con lágrimas en los ojos

—Si, también de tí— Exclama Robby adolorido derramando las lágrimas que ha retenido desde hace un rato

The MiracleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora