Capítulo 8 parte. 2: Tarde Juntos

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Recorrió con la mira toda la cocina, la cual la sentía un poco fría, en realidad, desde que entró aunque el lugar se encontraba impregnado del aroma del más alto, este se sentía un tanto frío y la soledad era tan palpable. ¿Sentirá mucha tristeza pasar aquí?

Bajo la taza y miró a su costado, donde el alfa se había parado; este miraba a la nada mientras bebía de su taza, pero cada cierto tiempo sin que el omega se diera cuenta él inhalaba, llenando sus pecho del aroma a dulce de leche del cual su hogar se estaba impregnando.

— ¿Vives tú solo aquí? — llevó su mirada al platinado, quien lo miraba fijamente, esperando una respuesta.

— Desde los catorce — le respondió con una sonrisa algo ácida en su rostro — Me aleje de la manada desde que me quede solo.

— ¿Desde que te quedaste solo? 

Asintió y dio un largo sorbo, esto aunque era algo que no le gustaba hablar, creai que contarle eso al omega remediaba sus acciones pasadas con él.

— Primero fue mi madre, cayó con anemia etapa final, el oxígeno no le llegaba mucho al corazón porque éste trabajaba mucho mas, por lo que pasaba en cama, medicada, siempre he creído que los medicamentos fueron la causa real de su muerte — hizo una pausa antes de continuar, siempre le dolía mucho hablar de sus padres — Luego que mi madre murió, mi padre cayó en depresión, su lobo no pudo soportar no tener a su destinada a su lado, un mes después él murió. Me quedé sólo, los señores Hong eran cercanos a mis padres, ellos han velado por mí, me ofrecieron un techo, el cual acepte porque a penas era un lobezno, no tenía forma de cuidarme, la casa de mis padres quedó como un pagaré para el señor Moon, actualmente esa casa la tienen para la familia de su hijo.

Realizó una pausa, mirando en dirección al omega, quien se encontraba con sus ojitos acuosos y un puchero.

— El señor Moon es igual que su hijo, un maldito desgraciado — susurro, solo para que JungKook y el escucharan.

Jeon sonrió y bebió más de su chocolate antes de dejar la taza y acercar sus dedos a las mejillas mojadas del platinado.

— La cabaña fue un regalo de mi padre, encontré una carta que él escribió antes de morir, me pidió que fuera fuerte, que busque la felicidad y que no me alejara del pueblo, de los señores Hong ya que ellos serían como mis padres desde ese momento — bajo sus manos y las colocó a un lado de su cuerpo — Hable con los viejos lobos y me dieron la opción de vivir con ellos hasta los dieciocho si quería. Lo pensé, mucho, porque realmente no sentía que ese lugar fuera mi casa, acepte con la condición de que me enseñaran a cazar y a cuidar de un huerto, la carne, a veces la vendo a alguien del pueblo, o se la doy al señor Hong para que la venda, una parte va a mi bolsillo, la otra ellos la guardan, igual que con las verduras. Así consigo el dinero para mi supervivencia.

Luna de Plata - Omegaverse 국민 [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora