[margaritas] - JinNam©

033

Hechos para amarse mutuamente.
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Cuando Namjoon llegó a casa, no se esperaba sentir extraño que Seokjin no estuviera, aún cuando el alfa le había avisado que se demoraba ese día y que no lo iba a recoger.

Él cómo buen omega, solo lo abrazo para despedirse, sonriendo ante la mirada de sus amigos que chillaban encantados. Claro, nada de besos en público, más por respeto a su alfa como se le enseñó.

Solo suspiró, dejando sus cosas en un cajón, para luego ir a la cocina y cocinar algo para cenar, viendo su programa favorito y sentándose mientras esperaba a que estuviera la comida. Recordando lo que le dijo Seokjin, irían con el concejo.

Su lobo estaba algo impaciente, se sentía solo.

Miró a su alrededor, mordiendo su labio al pensar que de todas formas siempre había estado solo, hace meses, y cuando estaba en casa con sus padres, prefería romper las reglas y salirse hacia el bosque para hacer algo.

Pensó en que sería buena idea adoptar un gatito o un perrito, una mascota que cuidar mientras estaba en casa. Pero su lobo molesto, solo chilló la palabra cachorros, haciendo gruñir a Namjoon que negó enojado; él NO tendría cachorros.

Y sabía que entre más pasará, más se enojaría la manada, eso lo sabía. Miriam se lo advirtió muchas veces. «Debes cumplir tu deber, como un omega fértil y que cuidara de su alfa, el líder, debes prometer una camada con cuántos cachorros pida tu alfa»

Cuando era un pequeño omega, nada lo hizo más feliz que pensar en tener bebitos, de adulto no, obviamente Seokjin no quería hijos con él, y de todas formas él tampoco quería niños, nada le haría más infeliz que pasar su vida cuidando a los hijos de un alfa que lo odiaba.

Entonces cayó en cuenta de sus pensamientos, estaban mal, mal, mal. No tenía opción, era su trabajo, para eso fue criado, Seokjin era su alfa, el líder y él, solamente su esposo, debía cumplir su deber.

Ir en contra de su manada, del líder, de su familia, solo le costaría un destierro.

Hundió su rostro entre sus brazos, apoyándose en la encimera de la cocina, levantándose de inmediato al sentir el aroma. ¡Casi se quema su cena!

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Seokjin, algo cansado y molesto entro a la casa. Había pensado mucho ese día pues no quería tocar ese tema con Namjoon, no quería hacerlo. No deseaba a ese omega, mucho menos marcarlo, ni... Cachorros, aún cuando su animal pensaba lo contrario, retandolo en su interior con gruñidos molestos, él sí que deseaba estar con su omega.

Ese enfrentamiento, no le estaba dando más que dolor, le hacía sentirse mal física y mentalmente, poniéndolo en malas condiciones, no se podía concentrar, no podía imaginar cómo sería su próximo celo.

El dolor de cabeza casi le hace querer jalarse el cabello, pero se relajo al sentir el aroma del omega, maldito aroma.

El omega seguramente estaba acostado, pues todo estaba apagado, no había ruido y eso lo calmó, no quería enfrentar ese tema, lo asustaba.

Debía ser fuerte, enfrentar cualquier cosa, era el líder pero una de las cosas que debía hacer era eso y eso solo lo molestaba, no quería, pero debía, no iba a tirar todos esos años, el tiempo que invirtió, su cansancio para ser líder, así que alejó esos pensamientos y subió hacia su habitación, suspirando profundamente.

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Lo que ninguno de los dos esperaba, era ver a la alfa Hye en casa con la madre de Namjoon y la de Seokjin, obligándolos a quedarse en casa ese día para cocinar. Seokjin por supuesto sabían con que fin venían, pero solo fingió felicidad, al menos ese día tendría descanso.

Haremos un delicioso almuerzo, pondré a hacer un té mientras tanto. Oh, veamos algo de noticias ahora... Creo que ya es hora — habló JinRi. Las dos madres se dedicaron a hacer una deliciosa sopa juntas mientras la anciana alfa las veía desde la isla de la cocina, bebiendo su té mientras veía la casa con atención, poniendo incómodos a Seokjin y Namjoon.

Ojalá no quisiera subir a las habitaciones...

¿Y... Cuándo será el día de la marca? ¿Estás esperando el celo de alguno? — habló casi murmurando Eunji, mientras se acercaba a su hijo para sentarse junto a él, dándole una taza con té

Eh... — miró a Seokjin, tratando de pedir ayuda pero este solo giro el rostro mientras tomaba de su taza, comiendo algunas galletas con rapidez — uh, bueno... Madre, yo realmente... Seokjin decidió que sería cuando nuestros celos... Se sincronicen, ya sabes... Uhm, en el próximo

Seokjin miró a su suegra mientras asentía, volteando a ver disimuladamente a la señora Kim, que los veía atentamente.

Yo realmente estoy ansiosa, ya quiero un nieto, un pequeño Seokjinnie lindísimo — apretó una mejilla de su hijo antes de levantarse para ir a revisar las ollas

Esto se estaba poniendo intenso. Seokjin y Namjoon tragaron viéndose al tiempo y girando avergonzados al verse. Era incómodo hablar de celos, ellos dos, mordidas. Sus lobos aullaron deseosos pero sus humanos sinceramente estaban de acuerdo ¡pero en nada!.

La señora Hye solo miraba el televisor mientras Namjoon y Seokjin pensaban que debería inventar cada uno, tensos pues aunque su lado humano hacia que se quisieran alejar el uno del otro por incomodidad, sus lobos deseaban encontrarse físicamente y solucionar todo, todo estaba empeorando, todo estaba volviéndose más difícil. Cada día, era más difícil convencer a otros de que se llevaban mejor y al tiempo, controlar a su lado animal.

Se suponía que al ser pareja destinada, debían estar juntos, siempre fue así, siempre elegían los padres a las parejas adecuadas el uno del otro. ¿Por qué con ellos no estaba funcionando?

La mujer anciana evitó gruñir de rabia, volteando a ver a su nuera antes se regresar su vista al té y dar un sorbo. Uhm, si había hecho funcionar cosas más difíciles, esto lo solucionaría.

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Solo quería decirles que aprendí a usar la IA, hice una versión realista de la vieja para que sus sueños de torturarla sean mejores ya que tiene rostro, la hice con su típico té, hay que llenarlo de veneno🥰

Vieja Hijueputa alfista malparia