In Loving Memory | Sahyo

I Don't Love Me

“Y vamos de nuevo, una recaída... ¿Qué puedo hacer? Cada vez te veo llorar por lo que hago o digo, ¿cómo puedo amarte si no me amo a mi misma?

He vivido en esta miseria emocional lo suficiente cómo para saber que aún no me amo lo suficiente, o lo mínimo...¿Porque sigues aquí?”

Escribía Jihyo en aquel diario qué su psicólogo le recomendó escribir, cada vez que escribía en ese cuaderno se daba cuenta que tan herida estaba, y que tanto podía dañar a la gente que más ama solamente por no saber que decir o cómo actuar, ¿cómo es posible que Sana aún la amara si ella no era capaz de amarse a sí misma?

Es un cuestionamiento común en aquella pequeña cabeza, por más que pensara una razón no encontraba la respuesta para esa pregunta tan agobiante.

Miro la ventana de ese gran departamento qué tenía la vista a la gran ciudad, iluminada por esos colores tan chillones qué eran los anuncios publicitarios o señalamientos.

El jodido pensamiento que en cualquier momento podría quebrarse no la dejaban descansar, era un ciclo sin fin, un ciclo agotador... Un ciclo de vida.

Un pitido se produjo desde la sala, Sana había llegado luego de un día agotador en la universidad, con paso perezoso que a medida pisaba se disfrazaba de energía positiva y una falsa felicidad se dirigió a la sala a recibir a su amada.

“Hey” Saludo a la nipona qué dejaba sus objetos en la mesa de entrada

Sana la miro con la sonrisa que la caracterizaba “Hey, Jiji” Saludo mientras se quitaba sus zapatos “¿Ya comiste?”

“Eso debería preguntar yo, amor” Respondió “Pero no, te estaba esperando”

“Entonces cenemos, ¿Quieres ver una película?” Propuso, Sana tampoco se sentía con ánimos de hablar de su día en la universidad, y lo supo en cuanto pregunto

“Claro, selecciona algo, iré a calentar la cena” Se dirigió a la cocina

“Vale”

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En la sala solamente se escuchaba las voces y sonidos de aquel largometraje, Sana ya estaba dormida en su hombro, con cuidado se safo de ahí, y se dirigió al baño, sentía su short húmedo al quitarlo se dio cuenta que sus muslos sangraban de nuevo.

“Carajo” Murmuró mientras veía las heridas que tenia,esos cortes recientes volvían a sacar el liquido rojo “Maldición, puta impulsividad” Soltó y procedió a curarse la lesión ocasionada por ella misma.

No dejaba de pensar en cómo alguien de corazón tan jodidamente puro puede amar a un ser que no sabe cómo amarse a sí mismo, su mente volvía a tornarse en un caos, muchas dudas y arrepentimientos se transformaron en un vomito caótico, sentía que salía todo lo que había comido, lloraba a medida que sacaba el alimento, y hubo un momento en donde sintió el sabor del hierro qué al abrir los ojos y mirar el retrete se dio cuenta que era sangre.

Lloraba en silencio, se sentía inútil, quería morir en ese momento, no quería ser una carga para nadie más, quería que todos fueran felices... Pero sin ella, ella quería liberarse de su carga emocional, ¿Alguien podría entenderla?

Con pesadez, volvió al lavamanos y abrió el cajón... Saco la navaja, y volvió a hacer incisiones en aquellos muslos, la sangre brotaba y los cortes se hacían más profundos, no lloraba porque ya no tenía lágrimas, a medida que avanzaba se arrepentía pero el dolor físico evitaba qué pensara en el emocional.

Cuando termino se dio una ducha, volvió a curarse , se miro al espejo vio su cuerpo desnudo y unas marcas rojas intensas qué adornaban sus muslos, suspiro y se rindió sabía que el dolor nunca se iría, miro su rostro y se forjó a hacer una sonrisa creíble para no preocupar a su pareja.

Al salir vio a Sana acostada en la cama qué ambas compartían

“¿Porque me dejaste sola?” Reclamo con un puchero “Me desperté y no estabas ahí”

“Perdóname, amor, me dolió el estomago y salí corriendo al baño, te recomiendo no entrar por un rato” Hizo un ademán de mal olor mientras se dirigía a acostarse a su lado, Sana rió por la acción

Palmó el lado de Jihyo indicando que se acostara de una buena vez “Esta bien, corazón, ya vamos a dormir, mañana será un día diferente y tenemos que tener la fuerza para afrontarlo” Se acomodo

“Efectivamente, cielo, mañana es un nuevo dia” Se acostó a su lado, le dio un beso en esos bellos labios qué tanto ama

“Buenas noches, JiJi”

“Buenas noches, San San” Apago las luces, y en unos cuantos minutos se escucho la respiración pesada de la extranjera, dejando a Park con sus pensamientos más oscuros

“Mañana es un nuevo día...” Murmuró para pasar la noche en vela sobrepensando lo que estaba viviendo.

-

Eran las tres de la mañana y Jihyo decidió volver a su diario y escribir una canción que explicaría su momento; “I Don't Love Me”

Porque Jihyo sabía que si no podía amarse a si misma, no podría amar a Sana.